China estrena el hotel más alto del mundo sin el círculo polémico

Después de 14 años de construcción, Shangai estrena hoy el tercer rascacielos más alto del mundo, el Centro Financiero Mundial de Shangai (SWFC, por sus siglas en inglés), que aloja el hotel Park Hyatt. Situado entre los pisos 79 y 94, es el hotel a mayor altura, sobre el cual se sitúa el mirador turístico más alto del planeta, a 474 m. El Park Hyatt contará con 700 empleados, cerca de 3 por cada cliente, y sus habitaciones costarán unos 500 euros por noche. Y, con todo, su rasgo más significativo es un hueco: un orificio trapezoidal que, nunca mejor dicho, brilla por su ausencia.

KPF

Boceto informático del edificio.

Ese hueco debía ser un círculo. Según ha contado a EFE el presidente de la firma estadounidense que diseñó el proyecto, Kohn Pedersen Fox Associates (KPF), querían que la apertura fuera redonda para vincularlo a la mitología china. Tradicionalmente, el círculo representa la unidad y el cielo. Sin embargo, lo que veían los chinos al mirar era algo muy diferente. Los ciudadanos del país asiático veían una alusión al sol naciente de la bandera japonesa, país con el que les vincula una historia de tensas relaciones.

El vano, situado entre los pisos 94 y 100, estaba pensado para que pasara el viento a través del edificio, con lo que la forma no era realmente importante. Ante el descontento local, el estudio de arquitectos no tuvo problema en sustituirlo por un trapecio. Pero lo más paradójico de la historia es que este edificio está financiado por Mori Building, una compañía japonesa, que pretendía convertirlo en un símbolo de la "amistad entre ambos países", tal y como recoge EFE las palabras de Minoru Mori, presidente de la empresa nipona.

Cuando las obras comenzaron el 27 de agosto de 1997, el edificio estaba pensado para ser el más alto del mundo. Sin embargo, la crisis económica que sacudió ese año los mercados asiáticos obligó a detener las obras cuando tan sólo se habían puesto los cimientos. Los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas y la epidemia de Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, con sus siglas en inglés) en 2003, no ayudaron a relanzar el proyecto. Cuando pudieron retomar la construcción, el edificio Taipei 101, en Taiwan, ya iba encaminado a superarles con 508 metros, pues el SWFC no podía rebasar los los 492 m, altura que ya habían estirado al máximo frente a los 460 m para los que estaban diseñados sus cimientos.