4.000 cántabros en pie de guerra contra el traslado del padre Juanjo

MADRID.-  Juan José Iruzubieta, más conocido como el padre Juanjo, lleva ejerciendo de párroco en los municipios de San Vicente de la Barquera y Val de San Vicente, en Cantabria, desde 1994. Pero ahora, por decisión de sus superiores de la orden de los claretianos, a la que pertenece, será trasladado a Bolivia para desarrollar labores de misionero. Toda la comunidad se ha levantado por lo que consideran una injusticia, y han creado la plataforma "¡No al traslado de Juanjo!" para pedir a la orden que rectifique su decisión.

V.C. (Diario Montañés)

El padre Juanjo, un cura que levanta pasiones

Han conseguido reunir 4.300 firmas apoyando su causa, una cantidad enorme teniendo en cuenta que la población total de ambos municipios es de unos 7.200 habitantes. Esto demuestra la gran implicación de las cuatro parroquias que lleva el padre Juanjo, que se han volcado en el intento de evitar el traslado.

Un párroco nada tradicional

"Es un cura que rompe con todas las normas, y por eso no están contentos y le quieren trasladar" asegura Adolfo, el representante de la plataforma. "El padre Juanjo vive con la gente, ayuda en todo lo que hace falta, se involucra. Si hay una fiesta, una reunión vecinal, ahí está él." Por lo que nos cuenta Adolfo, es una persona muy querida, no sólo por los que van a misa. "Es muy respetuoso con las creencias de cada uno"

Ha conseguido implicar a la gente joven en la vida religiosa, hasta el punto de que cuando hay una boda, si no la oficia él, la pareja no se casa por la Iglesia, sólo por lo civil. Ha desarrollado una gran labor de ayuda en problemas de drogas, también con gente mayor... Y no se olvida de sus hermanos claretianos, algunos de los cuales han tenido problemas serios de salud: "él siempre ha estado allí, no sólo porque es su obligación, sino por que Juanjo no te abandona".

Ramón Maruri, profesor catedrático de Historia de la Universidad de Cantabria, exponía en un artículo la posición de la plataforma, de la que forma parte. Entre sus principios, afirma que está "la reivindicación de que las comunidades parroquiales deben ser tenidas en cuenta en la vida parroquial".

¿No sería más positivo para la iglesia mantener en su puesto a alguien que ha logrado implicar de esta manera a los vecinos en la vida parroquial? Sobre todo teniendo en cuenta lo bien que ha congeniado con la juventud, un sector cada vez más alejado de los asuntos espirituales. Como miembro de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, más conocida como la orden de los claretianos, el padre Juanjo debe someterse a lo que ésta disponga. Él no se ha pronunciado ni a favor ni en contra de esta decisión, que corresponde a sus superiores y él, por su voto de obediencia, debe acatar. Son sus parroquianos quienes se niegan a aceptar la resolución de los claretianos. La Congregación puede trasladar a cualquiera de sus miembros en función de las necesidades de sus misiones, pero, en este caso, los efectos de esta decisión pueden resultar negativos para la imagen de la iglesia.

¿Por qué una plataforma?

Los vecinos se sienten molestos porque no se les haya informado antes de la decisión de trasladarle. En un primer momento, la plataforma se creó para tratar de dialogar con los responsables claretianos, para que rectificaran su decisión. Formada por ocho personas, ha movilizado a la población para que muestre su oposición al traslado de Juanjo, a través de la recogida de firmas.

Después de dos reuniones infructuosas y tras el "no" rotundo por parte de la orden, han decidido pasar a la "segunda fase", la de movilización. "La vamos a montar grande", advierte Adolfo. Quieren hacer ver a los religiosos que la actitud de cerrazón es inadmisible en un caso como éste. "Se han cerrado en banda, y se niegan a dialogar en un asunto que afecta a toda la comunidad", se queja Adolfo. La primera concentración está prevista para este sábado 6 de septiembre, cuando se manifestarán todos en el puerto de San Vicente de la Barquera, llevando un pañuelo blanco cubriéndose la boca, para simbolizar "el silencio que la Iglesia nos quiere imponer". Se organizarán nuevas movilizaciones para los sábados 20 y 27, a las que esperan que acudan en masa los parroquianos de la zona.

Los alcaldes de ambos municipios han manifestado su postura contraria al traslado, pero mientras que el de San Vicente de la Barquera, Julián Vélez, no aprueba la manifestación, el de Val de San Vicente, Miguel Ángel González, sí ha respaldado todas las acciones previstas por la plataforma.

Juanjo quiere mantenerse al margen de todo este revuelo, y se niega a hacer declaraciones a los medios, como nos ha expresado por teléfono. Desde la orden tampoco han querido responder a soitu.es. Manuel Tamargo, superior de los claretianos de la provincia de Santiago, a la que pertenecen las parroquias del padre Juanjo, afirma que prefiere " no entrar en polémicas" ya que es un asunto "demasiado complicado".