El jefe de Seguridad de Lula admite que no hay pistas sobre escuchas ilegales

Brasilia.-  El general Jorge Félix, jefe de Seguridad Institucional de la Presidencia brasileña, reconoció hoy que no hay pistas ni sospechas concretas sobre los culpables de un escándalo de escuchas ilegales en los tres poderes del Estado.

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(EFE)

El jefe de seguridad de la Presidencia brasileña, general Jorge Felix, declara hoy en Brasilia (Brasil), en la comisión del Congreso brasileño, durante la investigación para averiguar quiénes son los responsables del espionaje a miembros del Gobierno, el parlamento y el presidente del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes.

"Ese servicio (de espionaje) lo ofrecen muchos, incluso a través de la internet o en los diarios, y esa es nuestra realidad", declaró el general ante una comisión parlamentaria que intenta determinar la responsabilidad de las escuchas ilegales.

Félix dijo estar convencido de que los culpables no son miembros de la Policía Federal ni tampoco espías de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), organismo cuyos directores fueron separados de sus cargos la víspera, al menos mientras duran las investigaciones.

Admitió, sin embargo, que agentes de la Policía Federal o de la Abin "podrían" estar implicados, aunque afirmó que ninguna hipótesis ha sido descartada y citó incluso la posibilidad de que la culpable sea "una empresa" privada.

"La Abin como institución es una cosa, pero sus funcionarios son seres humanos y están sujetos a errores y aciertos", dijo.

También reconoció que hay "cinco o seis casos" de agentes de los servicios de inteligencia que están procesados por actividades de espionaje al margen de ese organismo oficial.

"Están bajo proceso y siguen trabajando en la Abin, pero en funciones meramente administrativas", dijo sin explicar ninguno de los casos.

El escándalo se arrastra desde hace meses, cuando se denunció que los teléfonos de algunos parlamentarios estaban intervenidos, pero se magnificó el pasado fin de semana, después de que la revista Veja reveló que el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Gilmar Mendes, también fue objeto de espionaje telefónico.

El general sostuvo que los organismos de seguridad del Estado están empeñados en resolver el caso, aclarar quiénes son los culpables y saber cuáles eran sus intenciones, pero admitió que no hay pistas.

Según Veja, que citó el testimonio de un agente de la Abin que pidió anonimato, estaban intervenidos los teléfonos de Mendes, de las autoridades del Congreso y hasta de algunos ministros de Lula.

Félix aclaró que, pese a que se conjeturó ahora y también hace tres años, los teléfonos del presidente Lula "nunca" fueron objeto de espionaje.

El mandatario brasileño, por su parte, comentó el asunto después de un acto de la petrolera estatal Petrobras.

Lula explicó que decidió separar de sus cargos a los directivos de la Abin para "demostrar la transparencia de las investigaciones" y también pidió a la prensa que ayude a esclarecer el caso.