El Chef Rivera no entiende que sólo haya salido Toñi Vicente cuando hay 30 ó 40 más

Santiago de Compostela.-  El restaurador José Antonio Ribera, propietario del Chef Rivera, de Padrón, ha declarado hoy a EFE que no entiende que se haya dado el nombre de Toñi Vicente en los medios informativos como compradora de vieiras sin los controles sanitarios precisos, porque "tendrían que haber salido otros 30 ó 40 nombres más".

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(EFE)

Los propietarios de los restaurantes, "Nixón" de la Estrada; del "Alameda" de Santiago de Compostela y "Rotilio" de Sanxenxo (der-Iz) esperan a otros restauradores pertenecientes al grupo "Xantares", al que pertenece la cocinera Toñi Vicente, y se han reunido esta mañana para analizar la situación creada tras su detención en relación con la supuesta compra de vieiras ilegales.

Ribera insistió, al concluir la reunión del grupo de restauradores Xantares, que su colega "se equivoco al comprarla (la vieira), pero no es cierto que ella sea responsable de la trama como se quiere dar a entender".

"Nos juntamos para transmitirle nuestro apoyo incondicional para todo lo que haga falta. Toni no es ninguna delincuente, es una colega aunque reconocemos que se equivocó al hacer esa adquisición, que es algo que nosotros no podemos defender", agregó.

"A ella -relató- le aparecieron con unos capachos de vieira viva y lo que hizo fue comprarla para ofrecerle a sus clientes el mejor producto porque este era visualmente buenísimo, porque estaba fresco y vivo".

Reconoció el propietario del restaurante padronés Chef Rivera que esa vieira no llevaba la guía sanitaria precisa que sólo puede ofrecer en Galicia una única empresa encargada de retirarle el hepatopáncreas, que es el órgano en donde se concentra la toxina amnésica ASP.

En relación con el estado anímico de Toñi Vicente, que también participó en esta reunión de Xantares, de la que forman parte 11 cocineros de Galicia, declaró que "está mal, porque no es agradable para una persona que la lleven esposada, ¿Como se va a sentir?".

Declaró también que la guardia civil la cogió con esos capachos y la trasladó a Ferrol con lo que se sintió, les comentó, "como en el peor día de su vida".