Opositores a Morales toman y saquean entidades del Estado en una violenta jornada en Santa Cruz

La Paz.-  Grupos de opositores al presidente de Bolivia, Evo Morales, tomaron y saquearon hoy varias instituciones del Estado en la ciudad oriental de Santa Cruz en una jornada marcada por la violencia, según informaron medios locales.

Durante todo el día las calles de la capital cruceña fueron escenario de enfrentamientos violentos entre los grupos opositores y las fuerzas de seguridad del Estado, que tuvieron que replegarse ante la presión de los manifestantes.

Los opositores, la mayoría jóvenes y pertenecientes a la radical y autonomista Unión Juvenil Cruceña, ocuparon y saquearon las oficinas públicas de impuestos internos, la del Instituto de Reforma Agraria (INRA) y la sede de la empresa estatal de telecomunicaciones Entel, nacionalizada por Morales el pasado mayo.

En este último caso, los manifestantes dañaron la fachada del edificio y organizaron barricadas con fuego a las puertas de estas oficinas.

En estos enfrentamientos se pudo ver al menos a un militar y varios jóvenes heridos, además de algunos manifestantes exhibiendo en las calles las armas que habían arrebatado a los agentes de seguridad.

Los autonomistas también ocasionaron destrozos en la sede de la organización no gubernamental Centro de Estudios Jurídicos e Investigaciones Sociales (CEJIS), especializada en temas campesinos y para la que han trabajado varios miembros del gabinete de Morales, informaron directivos de la entidad.

Según medios de comunicación locales, los grupos opositores cruceños también han bloqueado los accesos del Aeropuerto Internacional de Viru-Viru. El otro aeródromo de Santa Cruz, El Trompillo, se encuentra militarizado.

Los choques ocurridos en Santa Cruz se han producido un día después de que Morales decidiera remodelar su Gobierno con el cambio de cinco ministros y reforzando el perfil político de su gabinete.

La radicalización de las protestas en la capital cruceña ha provocado una reunión de emergencia en La Paz entre el presidente Evo Morales, sus ministros y altos mandos del Ejército para analizar la situación.

En declaraciones a los medios, el viceministro de Régimen Interior, Rubén Gamarra, acusó directamente al prefecto (gobernador) de Santa Cruz, Rubén Costas, y del presidente del Comité Cívico regional, Branko Marinkovic, de ser los causantes de la "escalada de violencia" en la capital cruceña.

Los actos violentos en la capital cruceña se enmarcan en la ola de protestas que desde hace quince días mantienen los dirigentes departamentales y cívicos de cinco departamentos bolivianos gobernados por opositores a Morales y unidos en la defensa de un proyecto autonomista para sus territorios.

El motivo concreto de sus protestas es reclamar al Gobierno la devolución de una renta petrolera recortada en enero pasado para pagar una ayuda directa a los mayores de 60 años.

Pero además, los prefectos de estas regiones (Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca) y sus dirigentes cívicos se oponen frontalmente a la nueva Constitución con la que Morales pretende refundar Bolivia.

El plan de protestas emprendido por los rivales autonomistas de Morales en estos departamentos incluye también cortes de carreteras y pasos fronterizos a Brasil, Paraguay y Argentina, y la ocupación de los aeropuertos de Trinidad (Beni) y Cobija (Pando).

Un informe oficial de la Administradora Boliviana de Carreteras señaló que ya son casi 30 los puntos cortados en el oriente y el sur donde hay varias ciudades incomunicadas por tierra.

Los opositores también han amenazado con afectar a los campos petroleros y gasísticos del sureste boliviano para impedir las exportaciones de energético.