Una imponente corrida de Cebada y la firmeza de "El Fundi"

Logroño.-  Impresionante de presencia y de juego la corrida que lidió Cebada Gago hoy en Logroño, de mucha "transmisión" a costa de grandes exigencias, con la única respuesta firme a cargo del "Fundi", mientras que los otros dos alternantes pasaron apuros y desaprovecharon los toros más claros.

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(EFE)

José Pedro Prados "El Fundi" da un pase con la muleta a uno de sus astados en la plaza de La Ribera.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Cebada Gago, muy bien presentados, aunque con desigualdades; en realidad hubo tres y tres: primero, segundo y sexto, más finos y armónicos. Nota sobresaliente en los seis, la seriedad. Corrida muy astifina, que se movió mucho y dio espectáculo después de llevar un duro castigo en varas. Los más completos, segundo y tercero. El resto, con sus exigencias, también tuvieron posibilidades, a excepción del bruto primero y el complicado quinto.

José Pedro Prados "El Fundi": estocada caída (silencio); y dos pinchazos y estocada corta (silencio tras un aviso).

Luis Antonio Gaspar "Paulita": estocada trasera y caída (leves pitos tras escasa petición); y pinchazo en la paletilla, estocada corta y cuatro descabellos (bronca).

Luis Bolívar: estocada caída (silencio); y pinchazo hondo y descabello (pitos).

La plaza tuvo algo más de media entrada en tarde de calor, con la cubierta a medio echar.

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TOROS-TOROS

El espectáculo del toro, sólo del toro. Un gran espectáculo en el que lamentablemente esta vez no contaron los toreros. Emoción de principio a fin gracias al bravo animal. Hay que agradecer a la terna que estuviera ahí, pues no es fácil encontrar toreros dispuestos a matar este tipo de corridas. Y ponderar también a la empresa que se acuerda de estas ganaderías para valorar asimismo la esencia de "la Fiesta". Por supuesto a la divisa de Cebada Gago, estandarte de la integridad del toro en todos los sentidos.

Unos más bravos que otros, los hubo que se prestaron más, o menos, alguno incluso "desarrolló" y tuvo sus complicaciones. Pero es innegable la emoción de la corrida gracias al toro.

Lo malo, queda dicho, fue la falta de recursos y de ánimo de los toreros. Se salva "El Fundi", más seguro y firme, con rigor en los planteamientos técnicos, con aplomo en la ejecución. Fue el único que de verdad se comprometió en la tarde.

El primer "cebadagago" se desplazaba más por el derecho, aunque protestaba al segundo, o como mucho al tercer muletazo. Tomaba la muleta esporádicamente y a regañadientes, con la cara alta y defendiéndose. "El Fundi" no perdió los papeles.

El cuarto alumbró cierta claridad por el pitón derecho, metiendo la cara y repitiendo, pero sin dejar desahogos. Había que andarse listo y muy firme, como fue el caso del "Fundi", que desde el punto de vista técnico estuvo impecable, aun sin darse ninguna coba en el toreo al natural, pues por el pitón izquierdo el toro hizo intención varias veces de levantarle los pies del suelo. Faena seria, sin el reconocimiento material de la oreja por no andar fino con la espada.

A "Paulita" le venció su bravo primero y su propio desánimo, contagiado por la pésima actuación de "su infantería". Un toro bravo que empujó en un interminable puyazo de tres en uno, metiendo los riñones y con mucha fijeza. El "mitin" de los banderilleros fue de órdago, con sustos a Fernando Téllez y al "Niño de Santa Rita", que estuvieron en el suelo al tropezarse solos. Miedo colectivo, que no terminó de superar "Paulita" en la muleta, incapaz de controlar la situación.

El toro pidiendo guerra por abajo, y "Paulita" sin acabar de ponerse. Hubo un momento que la gente estuvo con el torero, pero fue más por la "transmisión" que tenía el animal. Una colada por el pitón izquierdo terminó de descomponer al hombre.

El quinto fue verdaderamente difícil, y aquí "Paulita" anduvo a la deriva. Injusta ovación al toro en el arrastre para fastidiar aún más al torero.

Bolívar mostró una disposición inicial que después no fue capaz de mantener. Su primero se movió incansablemente. Y la faena, de muchos pases, no tuvo poso. La misma falta de entidad en el sexto, aunque esta vez el toro no terminó de humillar. Estuvo muy indeciso el colombiano, al final incapaz de hacer el esfuerzo.