"Chávez es un maestro de la intriga"

El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, inicia una gira por China y Rusia en plena crisis por la expulsión de representantes de la organización defensora de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), después de que el grupo divulgara un informe sobre el gobierno considerado demasiado crítico por las autoridades venezolanas.

(EFE)

José Miguel Vivanco.

El chileno José Miguel Vivanco, director de HRW para las Américas, fue sacado el pasado viernes del hotel en el que se hospedaba en Caracas a media noche, y según dice «en vilo, a patadas y custodiado por 20 matones armados». Hablamos con él tras la expulsión, a su regreso a la sede de la organización en Nueva York.

Pregunta.- ¿Ustedes estuvieron elaborando el informe durante más de un año y medio, esperaban esta reacción tan virulenta por parte de Chávez?

Respuesta.- Esperábamos que Chávez reaccionara como siempre pero nunca imaginamos que llegaría a estos términos. Nunca habíamos sufrido una experiencia de esta naturaleza en la región desde que se recuperó la democracia. Pero es muy revelador de lo que denunciamos en el informe: un gobernante que ha acumulado mucho poder y que abusa de él en un contexto en el que ha eliminado las limitaciones y los controles. Parte de ese abuso se plasma en intimidar, agredir a cualquiera que lo critique, calificar a todos aquellos que discrepan de ser "agentes del Imperio Americano".

P.- Algunas voces, entre ellas las de Saúl Ortega, diputado de la comisión de Relaciones Exteriores de la Asamblea Nacional, consideran que la fecha de publicación del informe, poco después de la expulsión de Venezuela del embajador estadounidense Patrick Duddy, no es mera casualidad...

R.- La fecha de presentación estaba fijada con mucha antelación para el 18 de septiembre. No podemos hacer depender nuestro trabajo de lo que le viene bien a un gobernante. El calendario lo fijamos nosotros. Si condicionáramos nuestros estudios al contexto político -por ejemplo en el caso del conflicto de Oriente Medio-, prácticamente tendríamos que silenciarnos. Las autoridades afectadas consideran que nunca hay un momento oportuno para nuestras publicaciones. Esta acusación responde a la estrategia de ataque del Gobierno de Chávez que quiere cambiar la agenda, tratando de desprestigiar al mensajero para hacer olvidar el mensaje. Son maestros de la intriga.

P.- ¿Qué es lo que más le preocupa de la situación de Venezuela en la actualidad?

R.- El incremento de la intolerancia política. No quedan casi recursos en Venezuela. La Suprema Corte ha sido capturada por el Gobierno y ha abdicado de sus funciones, lo que es la más grave violación al estado de derecho. Los medios de comunicación operan con fuertes criterios de autocensura; si cruzan la línea de lo permitido se exponen a todo tipo de sanciones. Hay una agresión permanente contra la sociedad civil, un concepto que Chávez no entiende porque considera que aquél que no forma parte del ideario bolivariano, está directamente aliado con el enemigo.

P.- Según lo que usted describe, Venezuela se ha transformado en una dictadura...

R.- No. Es una democracia muy deteriorada, sin instituciones de control y con un mandatario que no responde a los procedimientos democráticos básicos. Sólo quedan las elecciones como mecanismo de control y aun así con limitaciones importantes.

P.- El informe es duro. ¿No han registrado nada positivo en la última década?

R.- La elaboración de la Constitución bajo el gobierno de Chávez fue un proceso bastante participativo. Es un texto avanzado en derechos humanos. Sin embargo, después del golpe del 11 de abril la agenda cambió totalmente. Chavez empezó a dibujar un proyecto caracterizado por la discriminación política y el hostigamiento.