Miguel Ángel Perera sigue sin rival, y eso que la feria de Salamanca tuvo otros nombres de oro

Salamanca.-  El diestro Miguel Ángel Perera se reafirma en el primer puesto de la torería actual, rey en todo, y sin rival, después de sus últimos triunfos en la recién finalizada feria de Salamanca, y eso que en esta última etapa hubo otros nombres también de oro.

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(EFE)

El diestro Miguel Ángel Perera, en una de sus faenas en la plaza de Salamanca.

Un Perera cuya admiración entre el público se extiende ya a sus propios compañeros, los toreros, que del reconocimiento han pasado a la envidia -sana y sin recelos, pues no se conocen intentos de veto ni otras martingalas de despacho que pudieran obstaculizar su irresistible ascensión, pero envidia al fin y al cabo- por ese potencial taurómaco que está desarrollando.

Para situar en contexto la importancia de Perera en el panorama actual valdría parafrasear al genial cordobés de finales del siglo XIX, Rafael Guerra, cuando queriendo hacer valer su talento y mando en la profesión, al referirse a su más directo competidor, el sevillano Antonio Fuentes, a quien consideraba torero inigualable, dijo aquello de "después de mí, 'naide', y después de 'naide', Fuentes".

Pues, eso. Ahora mismo, no hay duda, primero va Perera, y después nadie; y a continuación, los demás.

Perera es el torero al que más toros "le sirven", porque los cuida en el caballo midiéndoles el castigo, dejándoles suficientes fuerzas para la pelea que tanto emociona cuando toro y torero se enfrascan en esa lucha de poder a poder sin ventajas para el hombre, y porque se coloca frente a ellos en el sitio justo donde embisten. Esta última consideración sirve para abundar en méritos, ya que justamente "ahí" es también donde hay más posibilidades de salir prendido por el toro en caso de error.

Quiere decirse que la premisa del valor está más que probada en él. A partir de ahí la capacidad que tiene para pensar, plantear y resolver las suertes; y, cómo no, la personalidad, el gusto y la finura de su estilo, la hondura y el aroma de sus lances y pases. Todo lo que le hacen ser único. El mejor en Salamanca. Y quien dude, que eche un vistazo al "marcador": seis orejas en dos tardes lo dicen todo.

El mérito de los otros que también han querido contar en el ciclo salmantino es asimismo grande. "El Juli" bordó una faena magistral, de raza y poderío, frenéticamente artística por su gran empaque. Igualmente José Tomás estuvo en su buena honda, de quietud y ajuste en dosis apabullantes, pero con la espada sin afilar; y así se entiende que al menos una de las dos orejas que obtuvo para la salida a hombros, a otro torero sin tanto "misterio", con seguridad no se la dan. La fuerza de lo mediático.

Aunque para poner repararos, el doble trofeo de Sebastián Castella por una faena nada del otro mundo a un gran toro de Domingo Hernández.

Tres jabatos, tres, los salmantinos López Chaves, Javier Valverde y Eduardo Gallo, citados por orden de aparición en la feria, que coincide con la antigüedad. Ninguno se resiste a perder, al contrario, crecidos los tres en su tierra, demostraron gran disposición y muy buenas formas.

Salamanca, tierra de toros, también de toreros. Aunque, "El Capea" no tuvo suerte con su lote, y tampoco lo vieron claro Juan Diego y Javier Castaño, estos últimos en la cita más torista del ciclo, precisamente en la que un "resucitado" Leandro Marcos, que ya venía de Valladolid con el respaldo de un triunfo grande por torero con aroma, diferente y con muchas posibilidades de encaramarse a mejores puestos, aquí volvió a dar otro toque de atención cortando una oreja de mucho peso.

"El Fundi", en maestro, por pundonor y arrestos, por torería. Y para que no haya confusiones, a su lado, la cita al "Fandi", variado con el capote, brillante en banderillas y perdido con la muleta.

Manzanares, sin desmelenarse del todo, se llevó una oreja por una faena de muchas cosas a medias. Orejeados también Antonio Barrera y Juan Bautista, los dos muy notables con los buenos toros de "La Campana". También "El Cid" hizo valer su buen toreo con un buen toro de "Valdefresno".

"Morante" estuvo en los detalles, que para algunos fue más que suficiente, aunque tan escasa ración irritó a otros. Aparicio, entre la impotencia y la desvergüenza. El alternativado Alberto Revesado, cumplió su sueño, aunque la realidad tiene otras exigencias.

Los novilleros Daniel Martín, Juan Antonio Siro y Román Pérez, no fueron capaces con una buena novillada de José Cruz. A lo grande estuvieron los rejoneadores Hermoso de Mendoza y Joao Moura, hijo; en cambio, sólo discreto Fermín Bohórquez.