Adiós a otro sueño: los pobres no darán de comer a los ricos

Hace unos años, e incluso unos meses, los cuatro países BRIC -Brasil, Rusia, India y China- eran la esperanza. Si los países ricos entraban en crisis, los anteayer pobres, los emergentes, tendrían la generosidad de darnos de comer, de tirar del carro. No en vano sus economías estaban creciendo a ritmos que doblaban y triplicaban (como en el caso de China cuando alcanzó los dos dígitos de su PIB, al 11%) las tasas de crecimiento de Estados Unidos y la Unión Europea, todos por debajo del 3%.

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La esperanza se disipa a medida que avanza la crisis de Wall Street, cuando la recesión ya está en las puertas de Europa y lo que algunos llaman el declive del capitalismo ha comenzado a rodar por la pendiente. Atrás quedan aquéllos artículos optimistas de hace dos años sobre las economías que en 20 años cambiarán el orden mundial. .

Pese a todo, en estos tiempos que corren lo último que se debe perder es la ilusión. ¿Y si pese a los agoreros, resulta que los pobres de siempre tuvieran la fuerza y la generosidad para darnos de comer a los ricos también de siempre? ¿Podrán los chinos, los indios, los rusos, los brasileños, los mexicanos o los colombianos sostener el crecimiento mundial, mientras la vieja Europa y la América de Bush hibernan? "Esa es la pregunta que nos hacemos aquí, en Washington estos días. Hace un año había cierto consenso en que si los Estados Unidos entraban en recesión, los emergentes podían seguir adelante, separados de esa contaminación. Hoy esa tesis está en declive". Es la opinión del doctor Mauricio Cárdenas Santamaría, ex ministro de Desarrollo de Colombia, que la pasada primavera dejó Bogotá y aterrizó en Washington para dirigir Brookings Institution, uno de los principales laboratorios de ideas e investigación de políticas públicas de los Estados Unidos.

El pasado viernes, Cárdenas seguía apasionado el debate en el Congreso sobre las medidas que luego llevarían al fracasado plan de rescate de la economía estadounidense, pero no perdía de vista lo que está sucediendo en el resto del mundo. "La tesis ha perdido fuerza porque hoy, el mundo está tan globalizado que nos movemos casi al mismo ritmo. Ya se observan los síntomas de desaceleración tanto en América Latina como en Asia" reflexionaba el doctor Cárdenas, con un ojo en las tensiones entre las filas de republicanos y demócratas, que se paseaban dentro y fuera del Capitolio.

Todo el sistema afectado

El economista Guillermo de la Dehesa, presidente del CEPR (Centro for Economic Policy Research de Londres) y el hombre de Goldman Sachs en España -el banco de inversión que hasta ahora aguanta la crisis con dignidad y el apoyo de Warren Buffet- coincide con el profesor Cárdenas en que la esperanza de que los emergentes tiren del crecimiento se diluye, porque "lo que está pasando afecta a todo el sistema capitalista. Pero en China, Brasil o Rusia seguirán creciendo, aunque a tasas más reducidas. Dentro de esos países hay millones de personas paupérrimas que les dará igual está crisis porque no pueden ser más pobres. Y otros muchos millones que continuarán creciendo y tirando del consumo. En estos momentos, el 43% de la población en China no depende del crédito y con cifras más discretas, sucede los mismo en otros emergentes", asegura.

Guillermo de la Dehesa.

Así, De la Dehesa tira de datos y recuerda que en la potencia asiática que acaba de celebrar los Juegos Olímpicos, el ahorro supone el 40% del PIB, mientras que en América Latina el ahorro es el 20% de sus economías. El dato global para Asia oscila entre el 30% y el 40%. Una parte de la explicación de tanta prevención y ahorro es que en China y la India no existe seguridad social, ni seguro de paro. Pero "en estos momentos China -con 1.400 millones de habitantes- contribuye más al crecimiento mundial que Estados Unidos" concluye el profesor De la Dehesa, quien está seguro de que pese a la desaceleración de la gran potencia asiática, será también la demanda interna de los propios chinos la que les ayude a seguir creciendo.

"Los otros BRIC también aportan más al crecimiento mundial que los países de la UE. Ni Brasil, ni la India ni China ni Rusia van a entrar en recesión, pero se desacelerarán. Aún no es el momento de tomar el relevo a Estados Unidos. Ni mucho menos. Lo que está pasando estos días es importante, más si el Congreso norteamericano no encuentra una solución pronto, pero estos cambios son paulatinos" concluye De la Dehesa, uno de los personajes españoles con mayor experiencia política y económica en todos los foros internacionales.

Que la crisis de los últimos tiempos azota a los futuros ricos es un hecho. Sus mercados se han contagiado también del pánico emanado de Wall Street y algunos, como las bolsas indias, han sufrido tanto o más que vecinos más modestos como Vietnam.

Decoupling

El economista José Antonio Herce, directivo de Analistas Financieros Internacionales (AFI) teorizaba el pasado domingo sobre la famosa "desvinculación" (decoupling) citada por el profesor Cárdenas. Como tantos otros, Herce pensaba en la separación entre las economías avanzadas y las emergentes "en lo que se refiere a sus ciclos de crecimiento" y a la actividad real, el 'output' y el empleo. Es cierto que los países emergentes lo siguen haciendo mucho mejor que los avanzados, que o están en clara recesión o se acercan a ella, pero "la plaga financiera no conoce fronteras" concluía también el profesor Herce.

Mauricio Cárdenas, ex ministro de Desarrollo de Colombia y director de Brookings Institution.

Pero no era pesimista, porque hoy "los emergentes están más fuertes que en el pasado" y esa fortaleza los hace "menos vulnerables y les dan más capacidad de éxito para superar las perturbaciones". Pero de ahí a pensar que van a ser el motor del crecimiento mundial, en sustitución de Estados Unidos, antes de lo previsto, hay un enorme trecho.

"Claro que seguirá creciendo China, pero sola no podrá ser la locomotora mundial" - corrobora el profesor Cárdenas desde Washington. Recuerda que una parte importante de su crecimiento económico está basada en las exportaciones. "Si Estados Unidos no compra, la economía china se resentirá".

Priman las materias primas

La misma ley cuenta para América Latina, exportadora de materias primas. Si Norteamérica se desacelera, caerán las exportaciones de esas materias. "Hoy, el único hecho constatable es que la economía mundial se va a desacelerar" concluye el doctor Cárdenas.

Así que a la vista de lo que opinan los estudiosos, parece claro que eso de que los pobres emergentes iban a compartir su aún escaso pan con los ricos es otra teoría que se desvanece. Por ahora. Después de todo, sus retos están previstos para estar entre los primeros dentro de 20 años y liderar el mundo para el 2050.