La oposición acusa a Harper de copiar a Bush durante el primer debate televisivo

Toronto (Canadá).-  La oposición al Gobierno canadiense acusó hoy al primer ministro, Stephen Harper, de copiar las políticas del presidente de EE.UU., George W. Bush, durante el primer debate televisivo de cara a las elecciones generales del 14 de octubre en este país.

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(EFE)

Durante el debate, los partidos de la oposición utilizaron la revelación para acusar repetidamente a Harper de que tiene una agenda económica, social, medioambiental y militar copiada de la administración Bush.

En el debate, que fue realizado en francés, participaron los líderes del Partido Liberal (Stéphane Dion), Bloque Quebequés (Gilles Duceppe), el socialdemócrata NDP (Jack Layton) y el Partido Verde (Elizabeth May), además del propio Harper por el Partido Conservador.

Mañana se celebrará el segundo debate televisivo en inglés.

El debate estuvo precedido por la revelación en las últimas horas que en el 2003 Harper, entonces líder de la oposición, defendió la participación de Canadá en la guerra de Irak con un discurso copiado del ex primer ministro conservador australiano, John Howard.

Durante el debate, los partidos de la oposición utilizaron la revelación para acusar repetidamente a Harper de que tiene una agenda económica, social, medioambiental y militar copiada de la administración Bush.

En la provincia de Québec, donde se elegirán 75 de los 308 diputados del próximo Parlamento y que es vital para conseguir la mayoría parlamentaria, el conflicto de Irak y las políticas medioambientales de la administración Bush son especialmente impopulares.

Harper y el Partido Conservador confían en conseguir buenos resultados en Québec arrebatando votos al soberanista Partido Quebequés, pero las últimas encuestas señalan que los conservadores están perdiendo terreno en la provincia francófona.

Harper, por su parte, tuvo problemas para defender las políticas de su Gobierno y durante gran parte del debate pareció poco interesado en participar en la discusión.

Pero, tras el debate, Harper justificó su pasividad porque el formato del mismo, los cinco líderes sentados en torno a una mesa y con gran libertad para que unos y otros se atacaran, había facilitado que los otros cuatro políticos concentrasen sus ataques en el Gobierno conservador.

Harper había solicitado que el debate se centrase en la situación económica, debido a la crisis financiera en Estados Unidos, el principal socio comercial de Canadá.

El primer ministro canadiense argumentó que el país necesita un Gobierno conservador para evitar los riesgos de un contagio de la crisis.