La UE está dividida sobre cómo responder a la retirada rusa de Georgia

Bruselas.-  La Unión Europea (UE) debatirá la próxima semana desde una postura dividida si debe reanudar sus conversaciones con Rusia para firmar un acuerdo de cooperación estratégica, que suspendió a raíz del conflicto con Georgia, una vez que Moscú se ha retirado de las zonas acordadas.

Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete lo debatirán primero el próximo lunes en Luxemburgo, y los jefes de Estado y de Gobierno lo harán el miércoles durante la Cumbre que celebrarán en Bruselas.

La posición de la mayoría de los países, incluida España, es la de acoger con agrado la retirada de Rusia de las llamadas "zonas tapón", certificada hoy, y retomar las negociaciones bilaterales aunque las tropas no hayan salido de las provincias secesionistas de Abjasia y Osetia del Sur.

"La retirada abre la vía a reanudar las negociaciones", dijo hoy un alto funcionario de la presidencia francesa de turno, que negó que esto pueda significar "recompensar a Rusia o que la UE renuncie a sus exigencias".

De hecho, es la Unión la que ha insistido a los rusos en el pasado para conseguir forzarles en compromisos vinculantes en cuestiones económicas o energéticas, pero también de derechos humanos.

Por eso, dejar de negociar este acuerdo "no es una medida de presión" para Moscú, que no es el más interesado en el acuerdo, según los franceses.

Del otro lado, Reino Unido, Suecia, Polonia y los países bálticos (Estonia, Letonia, Lituania), creen que las negociaciones deben seguir en suspenso hasta que los rusos salgan de Abjasia y Osetia del Sur, cuya independencia tras el conflicto del pasado agosto sólo ha reconocido Nicaragua, además de Moscú.

No sería necesaria una decisión unánime para dar el mandato de retomar las conversaciones, que jurídicamente tan solo están "suspendidas", pero la presidencia francesa quiere contar con el mayor consenso.

El argumento para convencer a los países reticentes será que además de la retirada de las zonas adyacentes a los territorios secesionistas (como negoció el presidente francés, Nicolas Sarkozy) ya es una avance importante haber conseguido que Rusia se siente en una mesa con Georgia para discutir su integridad territorial.

Las conversaciones en este sentido se iniciarán el día 15 en Ginebra, copresididas por la UE, la ONU y la OSCE.

Es un proceso que tendrá como punto de partida garantizar la seguridad y la estabilidad en Georgia, así como la vuelta a sus hogares de refugiados y desplazados antes de la llegada del invierno.