Cuando lo que falla no es la publicidad

Hay veces que lo que falla no son los anuncios, sino los productos y los servicios. Y por mucho que se esfuercen los creativos, si nuestra experiencia ha sido fallida en la relación con lo que se anuncia, el spot, la cuña o la gráfica puede incluso llegar a encender nuestra ira.

A todos nos ha pasado, y no tiene que ver con la calidad de la publicidad, sino con la experiencia individual de cada uno.

Por ejemplo, a nosotros nos pasa con la campaña de Vodafone, esa en que el dependiente le dice a la maciza que su novio da la mano floja, pero que tiene la mirada limpia. Vale, es un anuncio. Pero no podemos abstraerlo de nuestra experiencia. Este verano pasamos por el calvario de tener que entrar en una de esas tiendas rojas y, ahora, cada vez que vemos el anuncio, nos acordamos de la madre del señor Vodafone.

Necesitábamos un llaverito uesebé para conectarnos desde el campo y seguir escribiendo aquí, en soitu.es, que como la funeraria, no cierra en agosto. Como hacemos cada vez más los usuarios, nos informamos bien en la web de Vodafone de las alternativas, los precios, los tipos de contrato…eso es lo que tiene internet: cada vez vamos más empollados a la tienda, y me temo que eso les descarga de la obligación de tener personal con formación y conocimiento del producto. Antes uno iba a que le informaran y le asesoraran, ahora la mitad de las veces eres tú quien controla, y casi se convierte en un deporte ponerle preguntas trampa al dependiente, para saber si sabe de lo que habla.

Como tenemos una tienda aquí al lado, allá que nos fuimos.

- Hola.

- Hola.

- Queríamos un ruter USB para conectarnos en vacaciones.

- Tenemos varios, y depende del tipo de conexión y las necesidades.

- Sí, ya hemos estado mirando [en la web]. También necesitamos saber cómo conectarnos.

- Es muy fácil. El router lleva todo lo que se necesita, basta seguir los pasos…

- No, si ya. Pero es que nosotros usamos Macintosh, y creemos que eso no funciona exactamente igual…

- Claro que funciona, en cualquier marca de ordenador. Porque los sistemas operativos, que es lo que importa, son todos iguales. –nos responde con un cierto aire de condescendencia.

En ese momento uno no sabe entonces por dónde tirar. La seguridad con que la muchacha sostiene sus afirmaciones nos da una idea de por dónde van a ir los tiros así que, acordado el modelo que queremos y el tipo de contrato, nos llevamos el ruter. Ella convencida de que dentro van los drivers y que va a ser pinchar y navegar, nosotros sabiendo que no va a ser tan fácil, y que a la tienda no podemos volver a que nos ayuden. Si lo que necesitamos es una opinión sobre nuestro último ligue, entonces sí...

No nos equivocábamos. El pack contenía todo lo que uno necesita para conectarse a internet, siempre que no se tenga un Mac. Para eso hay que bajarse los drivers de Internet, y es ahí donde casi nos venimos abajo: ¿Serán capaces de explicarnos los de Vodafone cómo, sin tener conexión, se baja uno de Internet unos drivers que son justamente para poder conectarse a Internet, la razón por la cual acudimos a la tienda?

Pues eso, que, volviendo al anuncio, no podemos echarle la culpa a la agencia ni al creativo. Ellos han cumplido con un brief en el que se les pediría que destacasen lo capaces de asesorar que son los dependientes de las tiendas, y ellos lo hicieron con humor, que es como se hacen estas cosas. Pero las bromas sientan a cuerno quemado cuando estás enfadado. Justo lo que puede estar pasándole a muchos clientes de Vodafone. O al menos a dos.