Los candidatos a la presidencia de EE.UU. se baten con sus planes económicos para atacar la crisis

Washington.-  La gravedad de la crisis económica ha dado un nuevo giro a la campaña electoral, al punto que los candidatos a la presidencia de EE.UU. han lanzado sus planes alternativos para mitigar los efectos de la ralentización.

Cuando faltan tres semanas para las elecciones y un día para que el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama se enfrenten en el último debate presidencial, la economía sigue siendo el principal foco de atención de los votantes, que ya han empezado a notar los efectos de la crisis.

Más empleos, rebajas fiscales, y alivios de cargas económicas a los jubilados son algunas de las recetas que los candidatos plantean al margen del plan multimillonario que ha propuesto el Gobierno para rescatar a las instituciones financieras del país.

El candidato demócrata Barack Obama presentó un plan dirigido a la "clase media estadounidense" centrado en el empleo, dijo hoy Austin Goolsbee, el asesor económico de la campaña Obama-Joe Biden.

El plan de Obama, explicó Goolsbee, ofrece rebajas fiscales para empresas que creen nuevos puestos de trabajo, da la posibilidad de retirar dinero de los planes de pensiones sin penalizaciones y congelar temporalmente las ejecuciones hipotecarias de aquellas personas que se esfuerzan por pagar sus cuotas.

"Se están perdiendo puestos de trabajo y la gente está sufriendo en nuestras comunidades", dijo en una rueda de prensa el alcalde de Miami, el demócrata Manny Díaz, quien aseguró que la crisis está teniendo un impacto especial en el colectivo latino.

La propuesta de Obama tendría un presupuesto de 60.000 millones de dólares, pero, según Díaz, "no solo es el coste de la operación, sino el coste humano".

El alcalde reflexionó sobre "el coste que tendría si no se hace nada para salvar y crear millones de trabajos", ya que, según él, la crisis afecta "a millones de personas que han estado trabajando durante años para pagar su casa".

Por su parte, McCain también ha contraatacado con un plan de 52.500 millones de dólares basados en recortes de impuestos y alivios económicos para los jubilados.

McCain desplegó hoy su batería de medidas en un mitin en Pensilvania en el que aseguró que lo que se necesita ahora "es una acción audaz y rápida que encamine a este país en una nueva dirección", en un intento de distanciarse del actual Gobierno republicano.

Especificó que su plan prevé la rebaja al mínimo del 10 por ciento del impuesto que se cobra por la retirada anticipada de los fondos de ahorro para jubilación.

Propuso que se reduzca al 7,5 por ciento la tasa imponible más alta a las ganancias obtenidas en inversiones a largo plazo, con un coste de unos 10.000 millones, y que se exima de impuestos el subsidio por desempleo.

"Si me eligen presidente, ayudaré a crear empleos para los estadounidenses de la manera más eficaz que un presidente puede hacerlo: con recortes de impuestos dirigidos específicamente a la creación de empleos y la protección de sus ahorros de toda la vida", prometió el senador por Arizona.

La rebaja de impuestos ha sido el eje de la política económica del presidente George W. Bush, por lo que los demócratas consideraron que se trata de las mismas políticas llevadas a cabo durante los ocho últimos años y, en definitiva, "más de lo mismo".

La economía ha sido la papa caliente que han tenido que aguantar los dos candidatos en los debates anteriores.

Este tema le ha pasado factura a McCain que en las últimas semanas se ha ido relegando en las encuestas frente al senador de Illinois.

Además, según las encuestas, los espectadores han señalado a Obama como el candidato que mejor puede hacer frente a la crisis.