EE.UU. sufrió una dura caída de la producción industrial en septiembre, con inflación cero

Washington.-  La economía estadounidense sufrió en septiembre la mayor caída en su producción industrial en casi 34 años, un 2,8 por ciento, mientras que el índice de precios se mantuvo a nivel de los consumidores, según informó hoy el Gobierno.

La publicación de estos indicadores hizo que las bolsas sufrieran un nuevo desplome, ante el temor de que la mayor economía del mundo se encuentre en recesión. A las 15.30 GMT, el Dow Jones de Industriales, la principal referencia de Wall Street, se dejaba más de 200 puntos.

En los últimos días se han dado a conocer varios indicadores desfavorables, que indican una fuerte ralentización en la actividad económica.

Ayer, el Gobierno informó de que las ventas de los minoristas disminuyeron en septiembre un 1,2 por ciento.

En Estados Unidos el gasto de los consumidores equivale a más del 66 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). A su vez las ventas de minoristas equivalen a un tercio de las ventas finales en la economía y a casi la mitad del gasto de los consumidores.

La Reserva Federal (Fed) informó hoy de que la producción de las fábricas, minas y plantas de servicios públicos de Estados Unidos disminuyó un 2,8 por ciento en septiembre, la mayor caída mensual desde diciembre de 1974.

En un año, la producción industrial ha bajado un 4,5 por ciento, y en el tercer trimestre disminuyó un 0,6 por ciento.

La mayoría de los analistas había calculado una reducción del 1,5 por ciento. Entre los factores que han pesado en este dato destacan la huelga que sufrió Boeing, y el impacto de los huracanes "Gustav" y "Ike" en el sureste de Estados Unidos, que se llevaron 2,25 puntos porcentuales de la producción de septiembre.

La producción de las fábricas, que representa casi cuatro quintas partes de la actividad industrial, cayó un 2,6 por ciento, y la utilización de la capacidad instalada bajó de 78,7 por ciento en agosto a 76,4 por ciento en septiembre.

Por su parte, el Departamento de Trabajo informó que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se mantuvo sin cambios en septiembre. No obstante, en un año ha subido en un 4,9 por ciento.

La mayoría de los analistas había calculado un incremento ínfimo del 0,1 por ciento en el IPC.

Si se excluyen los precios de energía y alimentos, que son los más volátiles, la inflación subyacente del mes pasado fue del 0,1 por ciento, una décima menos que lo esperado por los analistas.

En septiembre la inflación se atenuó gracias al abaratamiento de los combustibles, de la ropa y de los automóviles, lo que permitió compensar el encarecimiento de los alimentos y de la atención médica.

En agosto, el IPC estuvo un 5,4 por ciento por encima de los precios de agosto de 2007.

En un año, la inflación subyacente hasta septiembre ha sido del 2,5 por ciento.

El dato de la inflación da a la Reserva Federal más argumentos para otro aflojamiento de la política monetaria después de que, hace dos semanas, rebajara en medio punto la tasa de interés interbancario (del 2 al 1,5 por ciento) como parte de los esfuerzos por reactivar el crédito y la economía.

Asimismo, muestra que algunas compañías, y en especial las cadenas de tiendas de descuento, están recortando sus precios para atraer a los consumidores, que por varios meses ya han estado restringiendo sus compras a lo esencial, como comida y combustible.

Otro informe del Departamento de Trabajo mostró que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo bajó en 16.000 y se ubicó la semana pasada en 461.000.

El promedio de solicitudes en cuatro semanas subió en 750 y llegó a 483.250, la cifra más alta desde octubre de 2001.

En la semana que concluyó el 4 de octubre la cifra de personas que seguía recibiendo el subsidio por desempleo subió en 40.000 a 3,71 millones, la más alta desde junio de 2003.

El promedio en cuatro semanas de las personas en el seguro de paro aumentó en 65.750 y llegó a 3,63 millones, el nivel más alto desde julio de 2003.