Pelegrí reivindica el pragmatismo y la centralidad de Unió frente al radicalismo

Sitges (Barcelona).-  El secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí, ha reivindicado el pragmatismo, la centralidad y el 'seny' (sensatez) de su partido frente a la "radicalidad" y la "rauxa" (arrebato), en su discurso ante el congreso socialcristiano, en el que apenas ha mencionado a la Convergència de Artur Mas.

Cerca de una hora y veinte minutos se ha extendido Pelegrí en la lectura del informe de gestión de la dirección de Unió en el inicio del XXIV congreso del partido, que se celebra este fin de semana en Sitges (Barcelona).

Pelegrí ha destacado la "capacidad de pragmatismo" de su partido, especialmente de su líder, Josep Antoni Duran Lleida, que ejerce, desde su cargo de portavoz de CiU en el Congreso, una "real y verdadera defensa de los intereses catalanes en Madrid".

Ese pragmatismo y centralidad caracterizan, según Pelegrí, el "estilo de Unió".

En una velada advertencia a sus socios convergentes y a quienes puedan verse tentados de tensar la cuerda ante un hipotético fallo del Tribunal Constitucional (TC) contra el Estatuto, ha subrayado que "el espacio de la radicalidad y de la radicalización nunca ha sido el nuestro".

"Análisis, sí. Diálogo, el que haga falta. Tiempo, el que se necesite. Cualquier otra acción podría convertirse en contradictoria con nuestros propios intereses. Frente a la radicalidad, defendemos la centralidad y la reivindicamos. La radicalidad sin fundamento lleva a la frustración. La centralidad, en cambio nos acerca a la realidad y nos facilita mecanismos para cambiarla con los instrumentos del diálogo y del consenso", ha remarcado.

Según Pelegrí, "la radicalidad y la 'rauxa' mal entendida nos pueden llevar al desencanto. La centralidad, en cambio, a la satisfacción del cambio para ir a mejor".

A diferencia de Artur Mas y CDC, que ya han diseñado un 'plan B' por si el TC recorta el Estatuto que pasaría por consultar al pueblo catalán sobre la decisión del Alto Tribunal y formar un gobierno de concentración nacional en Cataluña, Pelegrí ha afirmado: "Primero hemos de esperar a que salga la sentencia. A continuación, nos tenemos que sentar todos en una mesa, para analizarla y decidir, entre todos, qué hemos de hacer o qué podemos hacer".

"Cualquier otra acción o actitud que vaya en la dirección de la agitación social y ciudadana sin ninguna confirmación del sentido de la sentencia, pensamos que puede constituir una gran y grave irresponsabilidad", ha asegurado Pelegrí, desmarcándose sin miramientos de la estrategia convergente.

El secretario general de Unió, que por primera vez ha leído el informe de gestión ante el congreso del partido, al delegarle Duran esta responsabilidad, también se ha mostrado muy crítico con el proceso de elaboración del Estatuto, repleto de "tacticismo".

"Desgraciadamente, el balance (del proceso estatutario) no es positivo, nada positivo. Mucho de esto ha quedado en la nada. Lastimosamente todo ha quedado pendiente", ha señalado.

Sin rehuir la "autocrítica", Pelegrí ha recordado que la tramitación del Estatuto en Cataluña se vio envuelta de un clima de "excitación, crispación y también demagogia, en Cataluña y en el conjunto del Estado español", mientras que en el trámite de las Cortes "apelábamos a la normalidad" y a la "pedagogía".

Pelegrí se ha ahorrado mencionar el pacto secreto entre Mas y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el 21 de enero de 2006, que destapó las iras de Duran, que no fue informado.

Sí ha recordado la predisposición de Unió a entrar en un futuro Gobierno español, siempre y cuando se den las condiciones propicias para ello, algo que a su juicio no ocurre ahora, ya que "no hay confianza" en el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Tampoco el PP puede plantearse un apoyo de los socialcristianos mientras mantengan su recurso contra el Estatuto, ha advertido.

En su intervención, Pelegrí también ha sido muy crítico con la gestión del actual gobierno de la Generalitat, en el que el PSC se encuentra "cautivo de los intereses partidistas" de ERC e ICV-EUiA.