¿Perro se come a perro en Internet?

¿Puede la publicidad librarnos de la publicidad? Una pareja de estudiantes suecos ha desarrollado una herramienta que libera Internet de banners y otros anuncios a cambio de un pequeño y sutil recordatorio para que comamos Doritos. ¿Es el fin de la publicidad en Internet? ¿Es el principio de una Internet con publicidad no invasiva?

La idea no es nueva. Ya existían herramientas gracias a las cuales un usuario podía bloquear, además de las "ventanas emergentes" (algo que ya incluyen los nuevos navegadores de serie) la publicidad que trufa las páginas webs. La novedad es que Thomas Jonsson y Cark Fredrik Jannerfeldt, dos estudiantes de la Berghs School of Communication de Estocolmo, han hecho de ese tipo de programas anti-publicidad un medio perfecto para hacer publicidad.

El ingenio consiste en un programa que se puede descargar gratuitamente por cortesía de Doritos, marca objeto de la promoción y que está presente en todo el proceso, desde el mismo momento de la descarga hasta la instalación con iconos e imágenes alusivas y, por supuesto, durante el funcionamiento de la aplicación. Dicho programa detecta la publicidad presente en la página y la sustituye por aquellas imágenes que el usuario desee. La única contraprestación que exigiría la marca es que esas imágenes aparezcan enmarcadas con un filete o marco de un color que remite al de los Doritos. La continua exposición del usuario a ese detalle provocaría, según los Carl Friedrik y Thomas, las ganas de consumir el producto. A partir de ahí, se crea toda una acción publicitaria que nos promete que Internet puede ser como las bolsas de Doritos, donde sólo hay cosas buenas.

La acción, que ha sido reconocida el pasado mayo con un Oro en el prestigioso certamen One Show en la categoría de Interactivos, no ha sido comercializada por ahora. Desconocemos las razones, pero en foros y páginas especializadas en Internet se habla de las posibles consecuencias contractuales que este tipo de acciones podrían generar con las empresas que hubieran contratado publicidad en las páginas que, posteriormente, serían "neutralizadas".

En nuestra opinón, los conflictos contractuales son inexistentes. Igual que el usuario decide libremente si habilita o no el mecanismo que bloquea las ventanas emergentes podría, siempre que disponga de una apicación que se lo permita, bloquear la publicidad que le acosa mientras navega. Si eso supone tener que vincularse a una marca en detrimento de otras y así lo acepta, nada pueden decir, según nuestro parecer, las empresas afectadas.

El problema tal vez se resuma con esa frase tan ilustrativa que dice que "perro no come perro". O lo que es lo mismo ¿Permitirá Internet (y las empresas que tienen intereses en ella) que surjan aplicaciones con fines publicitarios que beneficien a una sola compañía en perjuicio de las demás? ¿De verdad creemos que a las empresas les interesa hacernos la vida más agradable a los usuarios de Internet? ¿Qué opinan ustedes?

Para descargar un poco el post y que no sea todo tan trascendente, les dejamos con dos anuncios de Doritos presentados al concurso "You make it". El primero, el de ambientación mexicana y el que más nos gusta fue finalista y, el segundo, que tampoco está mal, el ganador. Que los disfruten