La familia de Haider no permite que lo incineren al dudar de las causas del accidente

Viena.-  El fallecido líder ultraderechista austríaco Jörg Haider aún no ha sido incinerado, cómo se preveía, debido a las dudas que alberga la familia sobre su muerte en accidente de automóvil el pasado día 11.

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(EFE)

Ayudada por su hija la madre del fallecido político austriaco Joerg Haider, Ursula Haubner (i) observa los restos mortales de su hijo tras el funeral del político austriaco.

Así lo indicó el diario Kurier en su edición de mañana, viernes, citando fuentes cercanas a la familia de Haider, que apuntan a que la viuda, Claudia, tiene "dudas sobre la versión oficial del accidente".

Desde la funeraria encargada de la cremación de los restos de Haider se ha confirmado que la familia ha solicitado aplazar por el momento la ceremonia íntima que tenían prevista el pasado lunes, sin aducir ninguna razón.

Desde su funeral de Estado cargado de honores y al que asistieron más de 25.000 personas el pasado sábado, la funeraria no ha recibido aún una fecha para proceder a la incineración, en cumplimiento con los deseos del fallecido.

"Esto no tiene nada que ver con las teorías de una conspiración, nadie cree en un atentado", explicó el ex ministro de Justicia Dieter Böhmdorfer, el abogado de la familia, que, sin embargo, no precisó ninguna razón para el aplazamiento.

Kurier y otros medios austríacos indican que la viuda desconfía de que su marido pudiera haber bebido tal cantidad de alcohol en tan poco tiempo como para dar 1,8 gramos por litro de sangre, casi cuatro veces superior al límite legal para conducir.

El diario Österreich asegura incluso, citando a fuentes del partido de Haider, que los restos del difunto se han enviado a un laboratorio de Italia y se tiene prevista otra prueba en Alemania para obtener diversos análisis forenses.

La principal causa de desconfianza es que para obtener la tasa de alcoholemia no se practicó una prueba a la sangre de Haider, sino que se obtuvo de muestras de orina y tejidos.

Además, según Kurier, alcanzar tal grado de borrachera no era algo propio de Haider, y citando a fuentes cercanas, agrega que Claudia "quiere saber que pasó en realidad. No se lo explica y no confía en las autoridades".

Después de un día cargado de actos oficiales, Haider acudió sobre las 22.00 a la última cita de su agenda prevista para el viernes 10 de octubre, la presentación de la revista local "Blitzlicht", que se celebró en la discoteca "Le Cabaret", en la localidad de Velden.

Todos los testigos coinciden en que Haider estaba sobrio, habló y saludo personalmente a todos los asistentes y sólo probó un sorbo de champán tras un brindis.

El político se encaminó entonces a un local nocturno del centro de Klagenfurt conocido en el ambiente homosexual, en el que tomó varias copas en la celebración de un cumpleaños.

En ese local pasó alrededor de 30 minutos, hasta cerca de la 01.00, poco antes de su accidente mortal, en el que se estrelló con su automóvil conduciendo a 142 por hora contra un poste de hormigón.

Aunque llevaba puesto el cinturón de seguridad y los airbags del coche funcionaron, el choque fue tan brutal que el político ultraderechista no pudo sobrevivir a las graves heridas que sufrió.