Beyoncé saldrá por esa puerta convertida en... ¡Sasha Fierce!

El nuevo disco de Beyoncé se llama 'I Am… Sasha Fierce', un alter ego inventado por la cantante para proteger a su verdadero yo. Psicología y locura en las innumerables estrellas del pop que alguna vez decidieron cambiar de nombre.

Lo que hay en el fondo de las cabecitas de las divas del pop es inescrutable. Ahora a Beyoncé le ha dado por pedir que no la llamen Beyoncé, que la llamen otra cosa. El nombre escogido ha sido Sasha, como el actor porno, el DJ y el cantante alemán. Un alter ego que ella ya había utilizado con anterioridad pero ahora con apellido y todo, Fierce. La explicación que ha dado para este cambio hasta da miedo. "Hay alguien dentro de mí que surge cuando tengo que trabajar y salir al escenario. Este alter ego que he creado de alguna manera me protege a mí y a quien soy en realidad".

Hay que ver. Con lo que cuesta escoger un nombre, que mira que podría haber Beyoncés, pero sólo hay una que todo el mundo reconozca, y va ella y se cambia el nombre. No es la primera, claro. Debe haber una regla universal que diga que cuando una diva está atacada y hasta la raja de todo tiene que buscarse un nombre alternativo. Motivos religiosos hicieron a Madonna pedir a sus amistades que la llamaran Esther. Motivos más misteriosos todavía llevaron a Mariah Carey a rebautizarse como Mimi. Prince pasó a llamarse Symbol para vengarse de la industria que le maltrataba. Otros artistas como Eminem y su Slim Shady o el cantautor incombustible Will Oldham y su alter ego de culto Bonnie 'Prince' Billy han tenido la misma idea desde que David Bowie cambiara la historia del pop con su mejor disco, inspirado en el mítico personaje imaginario Ziggy Stardust.

Lejos de la complejidad de este disco, el nuevo álbum de Beyoncé, al menos en su título, cae en lo cursi. Se encargó de presentar el proyecto su padre y mánager, Matthew Knowles, y lo peor es que a nadie ha parecido sonarle ñoña la coartada intelectual que lo envuelve. Agárrense. El disco se titula 'I am… Sasha Fierce' y en su edición de lujo se divide en dos cd’s. El primero, 'I Am', está lleno de baladones como el single 'If I Were A Boy', en el que conocemos a la verdadera Beyoncé. El segundo, presentado por otro single paralelo llamado 'Single Ladies', Sasha Fierce, muestra ese lado "divertido, sensual y agresivo" (sic) que en realidad no es la verdadera Beyoncé, sino la Beyoncé que surge de algún lugar en el interior de la verdadera Beyoncé, para que esta verdadera Beyoncé sea capaz de enfrentarse a su público.

¿Hace falta todo este lío para que salga adelante? ¿Veremos a su marido Jay-Z también con otro alter ego de origen asiático? ¿Era necesaria toda esta pantomima para presentar a una Beyoncé que ya todos conocemos porque la vimos en 'Crazy In Love' o en los singles de Destiny’s Child? Ya veo a Miqui Puig en Factor X y a Risto en Operación Triunfo pidiendo a los concursantes que inventen su propio alter ego. A lo mejor hasta se crea un juego para la Playstation en la línea del Singstar. Aunque alguno se creerá tanto el cuento que la cosa igual termina en exorcismo.