El eterno femenino

Chicas, chicas y más chicas. Cuanto más ligeras de ropa, mejor. Aunque no tenga nada que ver con el tema, una mujer siempre vende. Durante muchos años han sido las protagonistas de los anuncios de automóviles. Una chica en bikini sobre un coche era éxito de ventas seguro. Y en los discos no podía ser menos.

Juanjo Andaní fue músico durante los años 60 y actualmente colabora con el sello discográfico Ramalama y diversas revistas musicales, aunque su trabajo de verdad sea en el ramo de la ortopedia. Autor de varios libros, acaba de publicar en la editorial Milenio un delicioso volumen titulado 'Hay tantas chicas en el mundo...'

El libro, presentado como un estudio de la iconografía femenina en las portadas de discos españolas entre 1954 y 1990 es, vamos a decirlo claro, un auténtico despropósito. Un despropósito encantador, algo descabellado y en algunos momentos desquiciante. Es el libro perfecto para estas tardes frías y lluviosas que estamos sufriendo. Una reunión en casa con amigos, una merienda y... ¡el libro! La juerga padre. Y es que, lo abras por donde lo abras, 'Hay tantas chicas en el mundo...' es una explosión de color e imágenes alucinantes en sus más de 100 páginas. Como un antiguo álbum de cromos de los de 'Vida y color', Juanjo Andaní ha buceado en su extensa colección de vinilos para sacar lo mejor de cada casa.

Repartidas en capítulos como 'La censura', 'Transportes', 'Nutrición' o 'Vicio', todas las portadas son dignas de comentario. Seguro que, entre risas, más de uno admitirá entre sus amigos que ese disco tan ridículo donde sale Charo Baeza desnuda tapándose el pecho con una guitarra lo tenían sus padres en casa, o se generará una tremenda discusión sobre si el sofá florido donde Esmeralda Mistral se retrató en su single de 1960 era de su pisito de soltera o se fue a una tienda de muebles de su barrio a pedir el favor.

Triangolo (unos mecano serie B que intentó lanzar cbs para competir con los hermanos Cano al principio de los tiempos), Encarnita Polo, Franciska o Lina Morgan vestida de fallera mayor son algunas de las joyas de la corona de este libro, por no hablar del especial 'Manos', siete páginas llenas de singles donde las divas posan supernaturales de la muerte haciendo juegos de manos que, ríanse ustedes del Vogue de Madonna, y donde la palma se la lleva la difunta Dalida, que tiene la friolera de seis singles con... ¡la misma pose! Sólo cambia la peluca, el vestuario y la edad. Un monstruo mi prima Dalida.

Aparte de ser un excelente manual de consulta para ver cómo ha ido evolucionando el tema del diseño gráfico en las carpetas de discos (¡esas tipografías tan encantadoras y esos juegos de colores tan audaces cuando no existía ni un mísero Spectrum que llevarse a las manos!), Juanjo Andaní ha conseguido hacer un delicioso libro que hará pasar buenísimos ratos a los amantes de la música.

Por cierto, no pasar por alto los comentarios de Andaní a pie de página de muchos de los discos. La ironía, el humor, el cinismo y la mala leche de algunos de ellos son dignos de un auténtico nido de arpías. Lo dicho: un excelente divertimento para pasar una tarde de sábado lluviosa con amigos, criticar las portadas e intentar reproducir las poses de las fotos. Vayan anotándolo en la lista de regalos originales para Navidad, que quedan cuatro días.

*Alejandro Arteche es nuestro colaborador de música.