La Mode: entre Roxy Music, Janis Joplin y Ana Rosa Quintana

Fue un disco esperado como agua de mayo. Fernando Márquez, el zurdo, ex cantante de Kaka de Luxe, era el único miembro de la mítica formación que no había pegado el salto definitivo. Paraíso —su grupo tras la disolución de Kaka— logró un éxito moderado con 'Para ti', pero no lo suficiente para terminar de grabar un lp del que se hicieron maquetas con temas tan buenos como 'Drama en spray' o 'Jet acción', y que, por desgracia, hoy han caído en el olvido.

La Mode era otra cosa. En formato de trío junto a Mario en los teclados y programaciones y Antonio en la guitarra, un maxisingle había sonado insistentemente los meses anteriores con dos perfectas piezas de pop: 'Enfermera de noche' y 'Aquella canción de Roxy'. Dos excelentes canciones de obligada escucha en las sesiones de pinchadiscos de los pubs más modernos y vanguardistas de primeros de los 80, hasta tal punto que Neo Ama de Kass, un fanzine de arte y tendencias vasco realizado por el pintor Francis de Blas, acabó publicando un cómic con guión basado en 'Amor en taxi', la tercera canción que completaba el super 45 RPM.

La llegada de 'El eterno femenino', primer lp de La Mode que venía a ser su consagración definitiva, fue ansiosamente esperada. Todo cuidado hasta la perfección. Portada a cargo de Montxo Algora, artista plástico residente en Estados Unidos y un maestro en el uso del collage y el aerógrafo y contraportada reproduciendo la mítica escena de King Kong sobre la ciudad, la misma que se usaría para los carteles de conciertos de presentación del disco. ¿Y el interior?

Tras una funda de papel blanca con los textos de las canciones y una minúscula foto en blanco y negro del trío bastante oscura, se escondía una colección de perfectas canciones pop. El glamour de Roxy Music, el sonido cosmopolita de Blondie, las experimentaciones de Talking Heads... 'Wild puppets' abría el disco con un inteligente maridaje entre percusiones electrónicas, teclados y ritmos programados a toda pastilla y guitarras pop.

Algunas de las canciones de 'El eterno femenino' las tenía el público más que conocidas gracias a la insistencia meses atrás de Jesús Ordovás, que durante las noches de Radio 3 había ido presentando varios temas. 'Enfermera de noche' como maxi de adelanto había llegado a sonar en las emisoras de 40 Principales de algunas ciudades (todavía tenían libertad para programar por su cuenta y no ceñirse a la cerrada lista que es ahora) con su insistente estribillo de 'Yo pago mis impuestos y tú eres mi enfermera de noche'. La Mode comenzó a hacer conciertos y salir a provincias, empezando a ser considerados.

Todo valía. Locales pequeños para 100 personas o una de las cabezas de cartel del primer festival tecno pop celebrado en el verano de 1983 en la plaza de toros de Bilbao, donde compartieron escenario con Betty Trouppe, Glamour, Azul y Negro y Tino Casal, en un doble escenario gigantesco donde Mario pudo dar rienda suelta a sus piruetas, bailes y acrobacias tras el teclado y cuya actuación dejó muy buen sabor de boca a todos los flequillos teñidos, hombreras gigantescas y modernos vestidos de negro allí congregados.

Así lucían en aquellos maravillosos 80.

'El eterno femenino', como disco, tenía una gran baza a su favor. A pesar de la cantidad de electrónica metida en sus canciones, para nada sonaba sobreprogramado o falso. El bajo y las guitarras de Antonio daban el contrapunto 'humano' para convertirlo en un disco pop y asequible. La combinación de esos elementos y el alternar temas más electrónicos como 'El único juego en la ciudad' o 'Wild puppets' con canciones más pop como 'Cita en Haway' o 'Aquella chica', son las que consiguieron hacer un disco bastante equilibrado, para que gustara a la mayor parte de público posible, desde los modernos tecnopop hasta los 'poppys' blandengues. Claro que, teniendo en cuenta la vasta cultura musical del trío que iba del punk saltarín de Rezillos o Gruppo Sportivo hasta el clasicismo de Vainica Doble o CRAG, era lógico.

Las letras del disco estaban llenas de referencias culturales, que era algo que unas buenas canciones de los primeros 80 debían tener en sus textos. Cuanta más 'trash culture warholiana' lograses meter en tus letras, más moderno eras. El literato suicida muy de moda entre los snobs de los 80 Yukio Mishima, los electrodomésticos de última generación, las alegres locutoras de Radio Intercontinental (entre las que figuraba una primeriza Ana Rosa Quintana), Brian Ferry o Janis Joplin, figuraban entre las referencias culturales que poblaban las letras de 'El eterno femenino'. En aquella época a muchos ya nos chocaba la referencia a Janis Joplin, para nada moderna y para nada reivindicable en esos años de moderneo absurdo que teníamos todos, y yo no sé si el zurdo se dio cuenta de eso, alguien le comentó algo o qué, pero en directo era fácil que el nombre de Joplin lo cambiase por el de otras cantantes, lo mismo que hacía con la ciudad que se nombraba en 'Para ti' de Paraíso.

Otra de las curiosidades, conociendo al zurdo, eran las letras de casi todas las canciones de La Mode, donde aparecía resuelto como un gran conquistador perseguido por las mujeres, un rompecorazones y un gran galán, cosa que, tras los primerísimos planos con los que nos había deleitado el realizador de la edad de oro meses atrás en su actuación en el programa, no nos entraba en la cabeza. Pero ahí estaba el zurdo, cantando como un postmoderno Juan, el protagonista de 'Alas de algodón' de Vainica Doble, sus aventuras con chicas japonesas que le trataban a cuerpo de rey, reuniones con viejas novias abandonadas en cafeterías de nombre exótico, enfermeras para todo o amores furtivos en taxis cruzando la ciudad al amanecer. Un poco difícil de creer.

Un cuarto de siglo después de la edición en vinilo de 'El eterno femenino', Nuevos Medios publica ahora el disco por primera vez en formato digital respetando la edición original. Esto es el lp puro y duro, sin extras añadidos de maxis ni caras b. Tal y como se publicó en su momento, respetando en lo posible el formato original. Es cierto que hace varios años se editó la triple caja blanca que contenía toda la producción del grupo para Nuevos Medios con su formación original (los maxis de 'Enfermera de noche' y 'Negro y amarillo', más los lps 'El eterno femenino' y '1984', junto al ep de cuatro canciones de Paraíso 'Makoki'), pero el bajón de calidad del segundo lp del grupo, aunque tenga obras maestras como 'En cualquier fiesta', y el elevado precio que ha tenido siempre la dichosa caja, ha hecho que muchos no la hayan adquirido. De la segunda etapa del grupo con nuevo cantante ni hablamos, ya que, tanto Warner como Universal, jamás han hecho caso a los discos publicados en sus sellos y jamás han sido reeditados en cd.

Ahora, con el imprescindible primer lp de La Mode editado en solitario, es un buen momento para dejar descansar la copia de vinilo o hacerse por fin en digital con un disco que, pasados más de 25 años, para nada se ha quedado anticuado de sonido. Muchas de las canciones de 'El eterno femenino' podrían ser publicadas hoy mismo como nuevas y seguirían sonando tan frescas y tan buenas como antaño. Así que ya tenemos plan para los próximos días, nos acercamos a la tienda de discos más cercana, nos hacemos con una copia de 'El eterno femenino' y rematamos la tarde merendando un té con cruasán en una cafetería... Aunque ésta no se llame Haway.

*Alejandro Arteche es nuestro colaborador de música.