Ese dental objeto de deseo…

En la pasada edición de Cibeles nuestro diseñador más (transgresor no, por favor, esa palabra hay que desterrarla ya) sorprendente, David Delfín, presentó una colección llamada Diastema —separación entre los dientes— y confesó que, ortodoncia mediante, él mismo se estaba creando uno propia. Las modelos, ataviadas como con pijamas de hospital y tubos para respirar, no tenían más rastro de esta separación dental que el propio nombre, pero pusieron de actualidad la palabra 'diastema', que de repente empezamos a identificar con la modernidad y no con un motivo para acudir al dentista.

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La colección de David Delfín.

Mucho le tiene que gustar a David Delfín el diastema como para, ya en la treintena, colocarse una ortodoncia y provocarse uno sobre su dentadura perfecta; en este vídeo se puede apreciar con más claridad. Y es que el creador parece haberle visto el morbo, la modernidad y la novedad a un simple defecto de los dientes que, casualmente, en estos días aparece como signo inequívoco de sensualidad por varias vías. La primera es la portada de noviembre de i-D, protagonizada por la modelo Lara Stone, que tiene un visible diastema entre sus carnosos labios. La segunda está en la cubierta del mismo mes de Vogue Francia, con una portada de Vogue Francia con una glamourosa y 'diastemada' Vanessa Paradis. Desde este punto de vista, esta separación es un pícaro sello personal que proporciona una sonrisa imperfecta, pero única.

¿Puede ser que un defecto odontológico se ponga de moda hasta el punto de crearse uno, como David Delfín? Dudo que mucha gente llegue a los extremos del creador, pero puede que sí muchos empiecen a verlo como algo bonito, atractivo y hasta cool, incluso que quienes ya tienen un diastema y pensaban corregirlo cambien de opinión.

Entre los diastemas más cool del mundo, destaca el de la virginal Georgia Jagger, que podría mantener su carrera de modelo hasta los 60 y bastantes como la otra ‘usuaria’ de diastema Lauren Hutton. Por descontado que el más famoso de la tierra, el de Madonna, permanece indeleble sólo ligeramente perfeccionado con los años, para no perder un rasgo tan personal.

El maridísimo de Heidi Klum, Seal, es más célebre por sus cicatrices en las mejillas, pero eso que tiene entre los dientes es un diáfano diastema. Puede que el de Sir Elton John no sea el más deseable, pero ahí lo mantiene sin que le acompleje en absoluto, muy al contrario que aquella alopecia que parecía y que solucionó con un millonario implante capilar que hoy mantiene. Tampoco nos imaginamos a Eddie Murphy sin su sonrisa partida, lo mismo que a Elijah Wood o la televisiva Jorja Fox de CSI.

El personaje de moda en el mundo infantil, Bob Esponja, sonríe mostrando únicamente un ingente diastema que le da un aspecto dulce y divertido. En su versión más traviesa tenemos a la mítica imagen de las portadas de la revista Mad.

En definitiva, el diastema es un detalle muy característico más que un defecto, y muchos han hecho de él su seña de identidad (o lo hacen artificialmente, como David Delfín), pero otros han preferido prescindir de él, a favor de una dentadura perfecta. Hay claros aciertos como el del musculado gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que comenzó su carrera con una inmensa falla dental y que ahora ha suprimido de una manera bastante natural. El actor Jamie Foxx parecía una suerte de conejillo con peluca hasta que rellenó ese diastema con excelentes resultados. El futbolista Ronaldo también era famoso por su generoso diastema, que ahora anda arreglando mediante ortodoncia. A mí me preocuparía más la barriga cervecera, pero si le incomodan más sus dientes, allá él. No he conseguido ninguna imagen de la época en la cual Patricia Conde lucía un pequeño y divertido diastema, pero la presentadora ahora tiene una perfectísima dentadura. Serían exigencias del guión, pero antes también tenía una sonrisa preciosa e imperfecta que le imprimía carácter.

Y, por último, el diastema del futuro: lo personifica Violet, la hija de Ben Affleck y Jennifer Garner. No sabemos si lo mantendrá cuando sea mayor, pero actualmente es la risa más tierna y jovial del mundo gracias a su inesperada separación dental.