EEUU recula en sus ayudas a la banca y primará a los ciudadanos

Washington.-  EEUU corrige el rumbo de su millonario plan de rescate de la economía y se acerca a los planteamientos europeos. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, ha anunciado que se renuncia a comprar activos 'tóxicos' y que se llevará la ayuda más allá de los bancos, en principio, a empresas importantes en la financiación de las familias, como las tarjetas de crédito y las financieras de automóviles. En resumen, con estas nuevas iniciativas se busca que las ayudas lleguen más y mejor a la gente.

(REUTERS)

Paulson manda cambiar de rumbo.

Paulson, que compareció para dar una actualización de la marcha del plan de rescate del Gobierno de 700.000 millones de dólares, vino a resumir las nuevas vías en tres puntos:

1.- Extensión de ayudas a las empresas no bancarias

En concreto, se refirió a los fondos garantizados por la deuda generada por las tarjetas de créditos, los préstamos de estudiantes, y las financieras de automóviles, y que son responsables del 40% del crédito al consumo en EEUU.

"Este mercado, que es vital para la financiación y el crecimiento, ha llegado ya prácticamente a la paralización total", indicó.

2.- Que los bancos capten financiación privada

El secretario del Tesoro reconoció hoy por primera vez que la compra de activos "tóxicos" relacionados con las hipotecas, que fue el objetivo inicial del plan de rescate, no se llevará a cabo.

Por contra, el Tesoro seguirá invirtiendo en la compra de acciones de los bancos, aunque estudia obligar a las entidades que se beneficien de estas medidas a que capten también financiación privada. Esta es la segunda nueva iniciativa que anunció hoy Paulson.

3.- Plan de ayuda a los propietarios de casas que han entrado en morosidad

Los dueños de casas con dificultades de pago se podrán someter a una revisión de las condiciones de sus hipotecas.

Gracias a este nuevo plan, "potencialmente cientos de miles de propietarios con problemas podrán mantener sus casas con una cuota asequible en sus hipotecas".

En términos generales, Paulson reconoció que los dos grandes problemas que tiene la economía estadounidenses, que ya ha entrado en un periodo de contracción, es la crisis de la vivienda y la falta de crédito disponible.

Por ello, Paulson dijo que todas las medidas que se han puesto en marcha van destinadas a restaurar la confianza en el sistema financiero, dado que hasta los bancos más solventes se han vuelto reacios a dar nuevos préstamos.

Aunque Paulson no hace referencia a posibles sanciones para los bancos que se muestran reacios a abrir el grifo de dinero para conceder créditos, sus palabras y el tono empleado no dejan lugar a dudas: "Esperamos que todas las organizaciones bancarias cumplan con su papel fundamental en la economía como intermediarios de crédito a empresas, consumidores y otros prestatarios solventes", ha dicho.