Un agente niega que ayudara a atar al nigeriano que murió cuando era deportado

Elche (Alicante).-  Uno de los policías del aeropuerto de Barajas que, supuestamente, subieron al avión al nigeriano Osamuyi Akpitaye, muerto en un vuelo cuando era deportado a su país, ha afirmado hoy que él sólo "sentó" a la víctima en la aeronave y ha negado que ayudara atar al fallecido.

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(EFE)

Miembros del movimiento cristiano "Por tus derechos", concentrados a las puertas de los juzgados de Elche, donde fueron citados a declarar como testigos los cuatro miembros de la tripulación del vuelo en el que falleció el nigeriano Osamuyi Akpitaye cuando era deportado a su país bajo la vigilancia de dos agentes de la Policía Nacional.

Así lo ha indicado a EFE el abogado de la familia del fallecido, Pedro Víctor de Bernardo, tras la declaración en calidad de testigo, en el Juzgado de Instrucción número 1 de Elche, del último de los tres agentes del aeropuerto madrileño que, supuestamente, ayudaron al deportado a subir a la aeronave.

Osamuyi Akpitaye murió el 9 de junio de 2007 en el interior de un avión de Iberia cuando era deportado a Nigeria, junto a dos compatriotas, bajo la vigilancia de dos agentes de la Policía Nacional -imputados en esta causa-, lo que hizo que el aparato aterrizara en El Altet (Alicante) después de haber despegado poco antes de Barajas (Madrid).

Uno de los agentes imputados declaró en agosto de 2007 ante la jueza instructora que los tres policías del aeropuerto de Barajas les brindaron ayuda a la hora de atar a los deportados, según informaron entonces fuentes judiciales.

A este respecto, el policía que ha comparecido hoy como testigo ha señalado que su actuación se limitó a "sentar" a Akpitaye en su asiento de la aeronave y ha rechazado haberle "atado y amordazado", según De Bernardo.

También ha señalado que ayudó a los agentes de paisano a subir a los deportados al avión, un extremo negado por sus dos compañeros del aeropuerto de Barajas, que prestaron declaración a finales del pasado mes de octubre también como testigos.

El letrado de la familia del fallecido se ha mostrado satisfecho con la declaración de este último testigo y ha considerado que la existencia, según él, de tantas "contradicciones" quiere decir que "alguien está faltando a la verdad".

En este sentido, ha precisado que, al haber tantos extremos opuestos entre los imputados y los testigos, existe la posibilidad de que alguna de las partes pida una "diligencia de careo para que cada uno exprese su versión de los hechos frente al otro" y puedan aclararse las presuntas diferencias.

Tras la declaración de este último testigo, la jueza decidirá si concluye la fase de diligencias o solicita alguna prueba más antes de pasar al trámite de las calificaciones.