El heavy es el rey

Las radios y los medios bombardean con La Oreja de Van Gogh o Beyoncé, pero el heavy vende tanto o más. Entre los grandes éxitos comerciales internacionales de 2008 destacan, por sorprendente que nos pueda parecer, AC/DC y Metallica, cada uno con tres millones de copias vendidas en muy pocas semanas. Y no te imagines que su público está en América o en Reino Unido. En la misma España, AC/DC han sido número 1 y Metallica número 2... porque cuando salió su disco estaba Extremoduro en el número 1. Sí, el heavy y el rock duro también mandan en nuestro país.

¡Somos los reyes!

Guns N' Roses publica esta semana su nuevo disco, el primero en 14 años, y todo apunta a que será otro gran éxito de ventas. Para algo lleva todo el año en la portada de todos los periódicos, bien porque el álbum se llama 'Chinese Democracy' y ha indignado al Gobierno chino; bien porque Axl Rose ha llevado a juicio a un muchacho de 27 años que consiguió nueve canciones del álbum y las subió a su página web para escuchar (no para descargar); bien porque la bebida refrescante Dr. Pepper prometió una lata a cada americano si el álbum efectivamente veía la luz antes del 31 de diciembre.

Por 'a' o por 'b', el heavy está todos los días de actualidad. Las cifras son claras y equiparables a los éxitos comerciales de Madonna o Nena Daconte. Sin embargo, algo falla cuando nuestros padres y abuelos, y hasta nosotros mismos seguimos percibiendo el género como si sólo interesara a una pequeña minoría.

Podemos hablar de muchos antecedentes, como Led Zeppelin y Deep Purple, pero fue a mediados de los 80 cuando el heavy vivió su gran momento de gloria. A pesar de que el éxito de bandas como Europe o Bon Jovi era observado con desinterés y desdén por los puristas, introdujo a mucha gente en un mundillo de grupos mucho menos conocidos, como Iron Maiden, Megadeth o Doro con y sin Warlock en lo internacional, y Obús o Sangre Azul en lo nacional. Revistas como Heavy Metal o Metal Hammer eran devoradas por decenas de miles de fans tan entusiastas como los fans de Hombres G por la Súper Pop.

Han pasado muchos años, pero los valores del heavy no han cambiado mucho. Se sigue odiando la comercialidad (no hay más que ver la que le cayó a Metallica cuando "se vendieron" al grunge con 'Load' y 'Reload'), se sigue alabando la huida de estructuras pop y los estribillos, se sigue abusando de virtuosismos totalmente gratuitos y se sigue marginando a la mujer prácticamente como en ningún otro género. Rolling Stone repasaba recientemente las 50 canciones más importantes del heavy y aunque nadie parezca demasiado interesado en ahondar en este tema, no aparecía ninguna mujer por ningún lado.

Sin embargo, algo sí ha cambiado en estos años. Observando los datos de ventas, las bandas rockeras o electrónicas han ido ganando y perdiendo público, pero el del heavy se ha mantenido más o menos siempre fiel. Así, mientras Depeche Mode o R.E.M. pierden ventas aunque sigan llenando estadios, AC/DC y Metallica llenan estadios también (a menudo más grandes) y además les superan en ventas muy fácilmente.

¿Conclusión? Con este panorama, es difícil seguir considerando el heavy como algo underground. Y más curiosamente aún, los dogmas de su estética incluso han terminado afectando a la moda. Las camisetas de los grupos de heavy se venden como rosquillas tanto en los mercadillos como en las franquicias más estandarizadas y las llevan millones de personas. ¿Y el gusto por los pantalones elásticos no tuvo nada que ver con el regreso de los pitillos hace unos años de mano del mismísimo Dior? ¿Es tan raro que alguien se haya inventado unas Converse Axl Rose? ¿No consiste en eso la esencia del pop?

Podemos pensar que lo que escuchan los españoles es lo que sale en 40 Principales y Kiss FM, pero estaremos engañándonos a nosotros mismos. De lo que más escuchan los españoles es heavy. El heavy es la moda, el heavy es el verdadero pop. Sí, heavy, señores.