El jurado de Premio Tusquets de Novela, presidido por Juan Marsé, deja en blanco el galardón

Guadalajara (México).-  El jurado del IV edición del Premio Tusquets Editores de Novela, presidido por Juan Marsé, dio hoy una mayúscula sorpresa en la XXII Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara al declarar desierto el galardón por segunda vez en sus cuatro años de historia.

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"Cuanto más riguroso se es, los premios van mejorando", justificó la decisión la directora de Tusquets, Beatriz de Moura, en la rueda de prensa en que se anunció el fallo.

De Moura matizó sin embargo, que respecto a anteriores convocatorias, "el nivel había aumentado en cuanto a la dedicación" y que "los libros no eran tan ilegibles".

Los jueces, todos escritores a excepción de De Moura, fueron Marsé, su compatriota Almudena Grandes, el mexicano Elmer Mendoza (ganador del certamen en 2007 con "Balas de plata") y el chileno Jorge Edwards.

Las consideraciones hechas públicas por el jurado especifican que su veredicto de declarar desierto el premio "no ha sido una decisión fácil".

"En el proceso de lectura, el jurado ha solicitado otros manuscritos, además, de los preseleccionados para su valoración", agregó.

La decisión responde a "la idiosincrasia de los premios convocados por la editorial, un aval de la independencia y rigor de sus jurados", según el texto.

De las 427 obras presentadas a esta cuarta convocatoria, unas 200 más que el año pasado, ninguna satisfizo a los que habían de elegir al ganador.

"La mayoría de las novelas que pudimos ver hasta la mitad eran estupendas, pero todas las segundas partes de todas las novelas caían", apuntó con decepción Mendoza.

El escritor mexicano reveló que el gran fallo de los trabajos presentados era su "tempo", que obligaba finalmente al jurado a descartar "con desánimo" las obras.

"Se han ido demasiado rápido, han precipitado sus finales y los han sacado de toda lógica, las novelas han dejado de ser algo que nosotros pudiéramos tener en el ánimo de premiar", dijo.

En la recta final se metieron cuatro autores, reveló De Moura, mientras que en las fases previas a esa postrera selección se situaron dos escritores argentinos, un chileno, dos cubanos y un español, reveló Mendoza.

La dotación no entregada en esta edición se sumará a la de 2009, con lo que quien obtenga el año próximo el galardón se meterá en el bolsillo un total de 40.000 euros.

Con ello, el jurado espera atraer a escritores de mayor renombre para que presenten sus obras, afirmó Mendoza.

De Moura defendió su entrenado olfato de evaluadora de novelas, tras muchos años de leer manuscritos.

"Se nota mucho ese tipo de novela confesional, que sirve al sujeto, que le libra de ir al psiquiatra, pero que es un asunto personal y no una propuesta literaria", consideró.

La editora añadió que "el talento no lo tiene todo el mundo, y el que lo tiene ha de descubrirlo".

Pese a la corta vida del premio, no es la primera vez que sus organizadores lo declaran desierto, algo que ya sucedió en la primera edición, en 2005.

Al año siguiente, el galardón fue a parar a manos del colombiano Evelio Rosero, con la novela "Los ejércitos", publicada simultáneamente en Argentina, España y México.

La FIL se celebra en Guadalajara (oeste de México) desde el pasado sábado hasta el próximo domingo, con la asistencia de 1.600 casas editoriales, lo que convierte al evento en el mayor de estas características en el mundo hispano.

Entre los 500 escritores que figuran en el programa de la FIL están el portugués Antonio Lobo Antunes, el español Arturo Pérez-Reverte, el británico Ken Follet y el italiano Valerio Massimo Manfredi.

Italia es, precisamente, el país invitado de honor en esta edición, con la presencia de 120 escritores y diversas actividades en torno a su literatura.