Pide 10 años a Olarra y Múgica por entregar un coche-bomba para ponerlo en un ferry

Madrid.-  El fiscal ha mantenido, en el juicio celebrado hoy en la Audiencia Nacional, la petición de 10 años de prisión para los ex dirigentes etarras Juan Antonio Olarra y Ainhoa Múgica Goñi por entregar un coche-bomba en Francia para su traslado a Valencia y su colocación en un buque de Trasmediterránea en 2000.

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(EFE)

Los ex dirigentes etarras Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica, hoy en la Audiencia Nacional, donde se les juzga por entregar un vehículo cargado de explosivos que debían entregar a otros dos etarras en Valencia para colocarlo en un ferry.

Antes de que el juicio quedara visto para sentencia, el fiscal Miguel Ángel Carvallo ha elevado a definitivas sus conclusiones provisionales al entender que ha quedado acreditado que Olarra y Múgica, entregados de forma temporal por Francia, son "autores directos" de un delito de traslado de sustancias explosivas con finalidad terrorista.

El fiscal les acusa de entregar en agosto de 2000 en Francia un coche cargado con unos cien kilos de sustancias explosivas a los miembros del "comando Sugoi" de ETA -Aitor Olaizola y Eider Pérez Aristizábal- para que lo llevaran hasta Valencia donde los miembros del "comando Andalucía", Igor Solana y Harriet Iragi, tenían el encargo de colocarlo en un ferry de Trasmediterránea.

Sin embargo, cuando Olaizola y Pérez Aristizábal circulaban por la provincia de Huesca, el coche-bomba sufrió una avería y se vieron obligados a abandonarlo en la cuneta, donde fue descubierto por la Guardia Civil y posteriormente explosionado de forma controlada.

Los procesados, que mantienen una relación sentimental, han estado durante toda la vista intercambiándose gestos de cariño, llegando a besarse en dos ocasiones, tras negarse a contestar a las preguntas del Ministerio Público.

En la vista también han comparecido como testigos Aitor Olaizola y Eider Pérez Aristizábal, miembros del "comando Sugoi" a los que los procesados presuntamente entregaron el coche-bomba en la localidad francesa de Bagnères de Luchon y que fueron condenados por estos hechos en 2003.

Pérez Aristizábal, que supuestamente conducía el coche mientras Olaizola hacía de "lanzadera" en una motocicleta, ha declarado mediante videoconferencia portando en brazos un bebé al que ha amamantado al comienzo de su declaración, para dedicarse después a hacerle arrumacos con un gorro.

Tanto Pérez Aristizábal como Olaizola, que decía no recordar "nada", han afirmado no conocer a los acusados y han asegurado que sus declaraciones policiales se produjeron "bajo torturas"

Según el fiscal, los ex dirigentes etarras pidieron a Olaizola y a Pérez Aristizábal que se trasladaran a Bagnères de Luchon a recoger un Renault 19 blanco "cargado con explosivos y destinado a su entrega en una población cercana a Valencia".

Allí se habían desplazado Iragi y Solana "para recibir dicho vehículo y colocarlo, siguiendo indicaciones de los acusados, en un buque de la empresa marítima Trasmediterránea".

Cuando Olaizola y Pérez Aristizábal circulaban por la N-230, en la provincia de Huesca, el coche sufrió una avería, por lo que Aitor, que iba en una moto para detectar la presencia policial, recogió a Eider y ambos huyeron al País Vasco.

Múgica y Olarra, fueron detenidos el 16 de septiembre de 2002 cerca de Burdeos.