La Iglesia Católica de Paraguay pide al presidente un modelo político propio

Asunción.-  La Iglesia Católica de Paraguay exhortó hoy durante la festividad de la Virgen de Caacupé al ex obispo Fernando Lugo, quien asumió la Presidencia el 15 de agosto pasado, a adoptar un modelo político propio para este país.

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(EFE)

Vista de miles de devotos paraguayos que peregrinaron desde varias regiones del país al santuario de la Virgen de Caacupé, 55 kilómetros al este de Asunción (Paraguay), para participar en la mayor celebración mariana del país, a la que asistió el presidente del Paraguay, Fernando Lugo.

"Auguramos a nuestro país un perfil propio, progresivo, una personalidad propia, libre de cualquier influencia negativa que no conduce a la reconciliación sino más bien a un progresivo distanciamiento entre paraguayos", dijo ante miles de devotos el obispo de la diócesis de Caacupé, Claudio Giménez.

Giménez se expresó en esos términos sobre la administración de Lugo, quien si bien sostuvo en junio pasado que desarrollará un modelo que responda a la realidad de su propio país, ha elogiado en reiteradas ocasiones la gestión de Hugo Chávez en Venezuela, así como la de Rafael Correa en Ecuador y la de Evo Morales en Bolivia.

El mandatario paraguayo, quien lidera una coalición de amplio espectro ideológico, participó junto a su vicepresidente, Federico Franco, y otras autoridades nacionales, en la misa central del santuario de la Virgen de Caacupé, a 55 kilómetros al este de Asunción.

La Virgen encarna en esa localidad a la Inmaculada Concepción, que representa la principal celebración religiosa paraguaya, conmemorada además hoy con un festivo nacional.

El obispo de Caacupé señaló además que el Gobierno debería aunar esfuerzos para lograr la unidad en torno a los partidos de oposición y de la oficialista Alianza Patriótica para el Cambio (APC), esta última que aglutina a grupos de centro derecha y a una decenas de grupos de izquierdas y organizaciones sociales.

"Cualquiera sabe que si un Gobierno no une, no congrega, el pueblo tiende a dispersarse", sostuvo el prelado.

Por otra parte, el obispo consideró que "la gente se está empezando a cansar de las peleas y los disturbios".

Acotó que "el pueblo quiere paz, reconciliación, trabajo y vivir dignamente".

El ambiente de recogimiento vivido en Caacupé incluyó el novenario a cargo de varios obispos católicos que se han turnado en los últimos días con alusiones directas a los problemas que afligen a los paraguayos más desposeídos y criticas a las autoridades.

Entre las recomendaciones de los prelados destacó la necesidad de solucionar el conflicto generado ante las reiteradas amenazas de invasiones de haciendas por parte de grupos de campesinos "sin tierra", que permanecen acampados ante varios establecimientos de productores agrícolas para exigir el acceso a propiedades.

Además, los religiosos pidieron atención a las demandas de los grupos de "sin techo", como se denomina en el país a los ocupantes ilegales de propiedades, que se manifiestan desde hace varias semanas en Asunción.

Los católicos, procedentes de los lugares más apartados del país, se dirigieron como cada año desde días antes y este lunes al santuario de Caacupé, que en mayo pasado celebró su 42 aniversario como diócesis.

El recinto religioso y sus alrededores fueron copados ayer y hoy por millares de fieles que llegan hasta ese lugar, la mayoría a pie desde una distancia de varios kilómetros, o en carretas, para la homilía central, que como cada año fue retransmitida por la televisión y las principales emisoras de radio.

Simultáneamente a esas celebraciones, hubo en los alrededores de esa diócesis multitudinarias fiestas y ferias que incluyen desde la venta de artículos de artesanía hasta parques de diversiones, así como las tradicionales comilonas.