La Policía francesa declara que la caída del aparato logístico permitió detener a unos 50 etarras

París.-  El desmantelamiento del aparato logístico de ETA que dirigía Félix Ignacio Esparza Luri hasta su detención en abril de 2004 ha permitido detener a medio centenar de etarras que representan entre un tercio y un cuarto de los activistas de la banda en Francia, dijo hoy un responsable antiterrorista.

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(EFE)

El supuesto dirigente del aparto logístico de ETA, que está siendo juzgado en París, Félix Ignacio Esparza Luri.

Jérôme Broglio, oficial de la Unidad de Coordinación de la Lucha Antiterrorista (UCLAT) de Francia destacó hoy, ante el Tribunal Especial de lo Criminal de París que juzga a Esparza Luri y a otros diez supuestos miembros del aparato logístico, lo fructíferas que fueron las operaciones de desarticulación de esas estructuras etarras.

"Llegamos a identificar a una sesentena de activistas y de ellos una cincuentena han sido detenidos", lo que supone "casi un cuarto o un tercio de los que vivían en la clandestinidad en Francia", indicó Broglio al ser interrogado por el presidente del tribunal, Jean-Pierre Getti.

El policía hizo una detallada descripción de la "investigación de gran amplitud" que sus servicios llevaron a cabo para "caracterizar la implicación" en el aparato logístico de los once que se sientan en el banquillo desde el pasado lunes, y para ilustrarlo señaló que en los diversos registros y detenciones se acumularon más de 1.500 elementos de prueba.

En su crónica de los hechos indicó que Esparza Luri, que había asumido la dirección de la estructura logística de ETA tras la caída de su predecesor, Asier Oyarzábal, en septiembre de 2001, contaba con "un presupuesto mensual de unos 50.000 euros", según los documentos que se le incautaron.

"Los fondos procedían directamente del aparato financiero", aunque también hay una serie de documentos que demuestran que Esparza Luri encajó directamente dos cantidades de 18.000 y 24.000 euros respectivamente obtenidos del cobro del llamado "impuesto revolucionario" a empresarios, así como recibos suyos para otro empresario que abonó 12.000 euros en 2002 de los 36.000 que le exigía la organización terrorista.

En estos elementos se sustenta la acusación de extorsión de fondos que pesa sobre ese etarra -arrestado el 2 de abril de 2004 en Sant Paul de Dax (suroeste de Francia)-, el único de los once ahora juzgados al que se le acusa de ese cargo.

Broglio también señaló que otras pruebas muestran que Esparza Luri formaba parte del comité ejecutivo de ETA -la máxima instancia de decisión, de la que tenía documentos en su poder-, y que además de ser jefe del aparato logístico tenía la responsabilidad de dos misiones transversales: el servicio de correo interno de la banda y la centralización de las cuestiones de seguridad.

El policía antiterrorista explicó, a partir de las pruebas conseguidas, cuál era el papel de cada uno de los imputados en el aparato logístico, y así por ejemplo indicó que la casa de Chatellerault (centro) en la que fueron capturados José Luis Campo Barandiarán, Inocente Soria Valderrama e Íñigo Elizegi Erbiti el 16 de abril de 2004 era "un verdadero laboratorio" con "miles de componentes electrónicos" para fabricar artefactos.

También reseñó que Claude Recart, de nacionalidad francesa, detenido el 30 de julio de 2003 en una casa de Cahors (sur) junto a Juan Miguel Illarramendi Zabaleta y a José Cándido Sagarzazu Gómez, había dado cuenta a Esparza Luri en diversos correos de sus "relaciones conflictivas" con sus compañeros de célula.

En la sesión de hoy también declaró ante el tribunal un testigo de la defensa, el sacerdote irlandés Anthony Gyaespie, que aportó su testimonio sobre otro de los encausados, Igor Letona Biteri, con el que dijo mantener una fuerte amistad desde que éste fue a Irlanda en 1991, según contó, a aprender inglés y buscar trabajo.