La muerte digna

"Son unas imágenes de gran dureza", advierte Ana Blanco en el Telediario de mediodía. En similares términos se expresa Pedro Piqueras en el informativo de Telecinco. Y el resto de los periodistas televisivos. Contemplo esas "imágenes de gran dureza" y sólo veo a un señor muy tranquilo que está enfermo, quiere dejar este mundo, y sorbe un líquido de una pajita. Un hombre libre, en pleno uso de sus facultades mentales, que toma una decisión personal, que sólo le afecta a él y a su familia y amigos. Quizá por eso no acabo de entender la polémica que se ha creado en el Reino Unido, y se ha extendido a España, debido a la emisión de un documental sobre un suicidio asistido.

La televisión está repleta, todos los días y a todas horas, de imágenes de 'gran dureza'. Nada más terminar de hablar de este suicidio asistido Piqueras da paso a las imágenes de una mujer carbonizada en un incendio (grabado por las cámaras de Telecinco, que llegaron antes que los bomberos). Después, las imágenes de dos jóvenes muertos al estrellarse su coche contra una casa. Incluso les diría que, personalmente, considero escenas de enorme dureza las de Moratinos justificando, para regocijo del PP, que Aznar autorizó las escalas de vuelos de Guantánamo (escalas que en realidad no se realizaron). Una actitud repentinamente comprensiva que me hace sospechar que el Gobierno socialista también aceptó escalas de vuelos de la CIA... Pero no entraré en el mundo de la ficción televisiva, repleta por cierto de "imágenes de gran dureza".

El reportaje de la televisión británica Sky sólo cuenta la historia de una persona equilibrada que decide, tras años de sufrimientos provocados por una enfermedad incurable, dejar este mundo de manera tranquila. No veo por ningún lado imágenes de "gran dureza". Veo liberación. Veo capacidad de decisión personal.

¿Usted cree en Dios, y en su infinita misericordia, y confía en que sea él quien decida cuánto debe durar su agonía y su dolor? Está en su derecho: espere a que le llegue la hora. ¿Usted no cree en Dios, sufre, y quiere dejar este mundo de manera voluntaria, responsable y aseada? También está en su derecho: decida cuándo quiere dejar de sufrir.

Un motivo para no ver la televisión.

Hank III.
Cd: Damn Right Rebel Proud.
Sidewalk Records.

Se llama Shelton Hank Williams, nació en 1972, y es nieto del gran Hank Williams (e hijo de Hank jr). Es decir, que tiene una genética acojonante, predispuesta para el mejor country. Lo que sucede es que este Hank es aún más montaraz y juerguista que su abuelo. Un tipo conflictivo que entiende la vida como una pelea: sus canciones hablan de la bebida, de heridas mal curadas y de candidatos al suicidio. Lo que entendemos por un fuera de la ley, un forajido del country rock que construye sus frases, sus letras, alrededor de la palabra 'fuck'.

Este 'Damn Right Rebel Proud' es el cuarto trabajo de una discografía corta, pero intensa y de calidad. Una discografía que ha superado, no podía ser de otra manera, importantes conflictos debido al carácter de Hank. Trece temas de country punk, con melodías aceleradas, letras duras y una actitud radical. Y a veces combativa.