Revocado el estado de excepción 12 días antes de las elecciones legislativas

Nueva Delhi.-  Doce días antes de unas cruciales elecciones legislativas, el estado de excepción que regía desde hace casi dos años en Bangladesh fue revocado hoy, lo que permitirá a los partidos hacer una campaña electoral sin restricciones.

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(EFE)

Varios usuarios del transporte público hoy en Dhaka (Bangladesh). El estado de excepción en vigor en Bangladesh desde enero de 2007 ha quedado revocado hoy, en virtud de una orden firmada el pasado lunes por el presidente del país, Iajuddin Ahmed, según informó la prensa local hoy.

La orden de abolición fue firmada el pasado lunes por el presidente del país, Iajuddin Ahmed, y cumple con la fecha anunciada por el Gobierno ante la presión del Partido Nacionalista de Bangladesh (UNB), que amenazó con boicotear los comicios si seguía en vigor la medida de excepción.

No obstante, aunque el Ejército bangladeshí vuelve oficialmente hoy a sus cuarteles, a partir de mañana está previsto el despliegue de 300.000 efectivos para proteger los 35.000 colegios electorales del país, según el jefe de la Comisión Electoral, Sakhawat Hossain.

Hossain explicó ayer que la Comisión consideró prudente desplegar al Ejército 48 horas antes de lo previsto ante el temor, basado en informaciones de los servicios de inteligencia y de la prensa, a que se produzcan "sabotajes" durante los próximos días de campaña, según los medios bangladeshíes.

El jefe del Gobierno interino que ha dirigido Bangladesh durante el periodo de excepción, Fakhruddin Ahmed, pidió hoy a las Fuerzas Armadas que ayuden a celebrar unas elecciones pacíficas y justas.

"Esta responsabilidad es importante y sensible también. Así que las Fuerzas Armadas tendrán que estar siempre en alerta", dijo el primer ministro en un discurso a oficiales de los tres ejércitos, según la agencia bangladeshí UNB.

Tras pedir a los militares un "cien por cien de neutralidad" en los comicios del día 29, Ahmed les advirtió de que "no hay espacio para desviación alguna en esta encrucijada crítica para la nación".

El jefe del Gobierno interino agradeció al Ejército la ayuda que ha prestado a las autoridades civiles durante los dos últimos años "para restaurar la ley y el orden en el país", así como su "cooperación total en la prevención de la corrupción".

El presidente Ahmed impuso el estado de excepción el 11 de enero de 2007, tras meses de violencia preelectoral entre seguidores del BNP de Khaleda Zia y la Liga Awami de su gran rival, Sheikh Hasina, que se cobraron decenas de vidas.

Zia había culminado su mandato como primera ministra a finales de octubre de 2006, pero sus desacuerdos con Hasina impidieron la formación de un Gobierno neutral provisional que, según la Constitución, habría sido el encargado de organizar los siguientes comicios.

La decisión del presidente fue recibida con comprensión por la comunidad internacional y alivio por parte de la ciudadanía, harta de corrupción y violencia.

Tras instaurar el estado de excepción, el nuevo Ejecutivo provisional lanzó una campaña anticorrupción que supuso el encarcelamiento de cientos de líderes políticos y empresariales, entre ellos de las propias Zia y Hasina.

Las dos ex primeras ministras y grandes rivales de la escena política bangladeshí están ahora en libertad provisional pero con causas pendientes ante la Justicia.

Horas antes de quedar revocado el estado de excepción, que según una fuente diplomática consultada telefónicamente por Efe ya apenas era más que "una caja vacía, sin contenido", el jefe del Ejército bangladeshí, el general Moeen U.Ahmed, se declaró "contento" de poder volver a sus funciones habituales.

Según el general, el problema que afrontaba Bangladesh hace dos años era "político" y debía resolverse "políticamente". "Es por eso -apostilló- que no intervinimos; acudimos a ayudar a la Administración civil".

El embajador de EEUU en el país, James Moriarty, se reunió hoy con el titular de Asuntos Exteriores, Iftekhar Chowdhury, tras lo cual expresó su esperanza en que la abolición de la excepción contribuya a que los próximos comicios se desarrollen en una atmósfera libre.