El conflicto afgano no acabará por la fuerza militar, según un comandante estadounidense

Bruselas.-  El conflicto en Afganistán, que entró en 2008 en su séptimo año, "no se ganará por la fuerza militar", según ha afirmado hoy el comandante supremo de la fuerzas de la OTAN en Europa, el general estadounidense John Craddock.

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(EFE)

El comandante supremo de la OTAN en Europa, John Craddock, durante su intervención en la reunión anual de otoño de la Asamblea de Delegados de la OTAN, en Valencia, el pasado 18 de noviembre.

En una conversación con un grupo de periodistas, el máximo responsable de las fuerzas aliadas en Afganistán ha considerado "clave" seguir manteniendo en aquel país un "enfoque global" que combine el esfuerzo militar con el civil.

"El conflicto de Afganistán no se ganará por la fuerza militar. Los militares establecemos las condiciones de seguridad para que los otros elementos, políticos, diplomáticos, económicos y sociales, actúen y puedan aportar buen gobierno, reconstrucción, desarrollo, empleo y oportunidades para el pueblo afgano".

Se trata de "una tarea compartida, global, militar y civil", ha insistido Craddock, quien ha añadido que las tropas internacionales permanecerán "hasta que las fuerzas afganas puedan liderar las operaciones, mantener el territorio y tomar el relevo" de la ISAF, (Fuerza internacional para la asistencia a la seguridad en Afganistán).

En su opinión, ese momento podría llegar "alrededor de 2012", a condición de que se mantenga el actual ritmo de reclutamiento, entrenamiento y equipamiento tanto del ejército como de la policía afganos.

El general ha confirmado que en los últimos meses se ha registrado un aumento de la actividad y los combates, sobre todo en el este y sur del país, por varias razones.

Primero, porque "hay más tropas en más áreas" y, segundo, por la capacidad de los insurgentes taliban para ir y venir desde sus "santuarios" al otro lado de la frontera paquistaní.

No obstante, ha asegurado que "está mejorando la coordinación" en las zonas fronterizas entre las fuerzas afganas, las paquistaníes y la ISAF.

Se ha abierto un primer centro fronterizo de coordinación que permite a los tres ejércitos compartir información sobre los movimientos insurgentes. En el futuro, ha anunciado Craddock, habrá seis de esos centros, tres en el lado paquistaní y tres en el afgano.

El comandante supremo de la OTAN para Europa (SACEUR) ha reiterado que todavía hay "lagunas y agujeros importantes" por cubrir en la lista de requerimientos para la ISAF.

Ha insistido especialmente en la necesidad de helicópteros, "claves en un escenario como ése", medios de reconocimiento, equipos médicos y tropas en "un par de provincias".

Según el general, italianos y españoles han mostrado recientemente "cierta flexibilidad" en relación con sus aportaciones, aunque no ha dado detalles.

Craddock no ha querido en ningún momento cuantificar el número de soldados que todavía faltan, y se ha limitado a señalar algunas capacidades deficitarias, funciones o áreas geográficas donde a su juicio la ISAF tiene que reforzar su presencia.

Respecto a la posibilidad de una transferencia de medios y experiencias militares de Irak a Afganistán, si se produce la retirada paulatina estadounidense del país árabe, el comandante de la OTAN ha recomendado cautela.

"Se ha aprendido mucho en Irak, pero tenemos que tener mucho cuidado a la hora de trasladar esas lecciones a Afganistán. La situación del país, las condiciones, las circunstancias políticas son muy diferentes".

"La ISAF y los mandos regionales tienen que examinar cuidadosamente si la experiencia es transferible".

Para Craddock, la clave en Afganistán seguirá siendo " mantener un enfoque global, lo que significa combinar el esfuerzo militar con el civil.

"Los militares podemos limpiar las áreas, no hay ningún problema en ello, pero debemos mantener una presencia segura, ya sea de las fuerzas afganas o de la ISAF, con el fin de que pueda producirse después el trabajo de reconstrucción y desarrollo".