Ecuador cree que existen "todas las condiciones" para normalizar la relación con Brasil

Quito.-  El canciller de Ecuador, Fander Falconí, opinó que existen "todas las condiciones" para normalizar las relaciones con Brasil y superar la tensión diplomática surgida entre los dos países por el caso Odebrecht.

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(EFE)

El canciller de Ecuador, Fander Falconí, habla hoy durante una rueda de prensa en Quito, Ecuador, donde opinó que existen "todas las condiciones" para normalizar las relaciones con Brasil y superar la tensión diplomática surgida entre los dos países por el caso Odebrecht.

"Creo que están dadas todas las condiciones para lograr una gran viabilidad, para un acuerdo que normalice las relaciones entre los dos países", afirmó Falconí en una rueda de prensa, tras recordar que los presidentes de Brasil y de Ecuador conversaron sobre este asunto en la reciente cumbre presidencial en Costa do Sauípe.

El canciller ecuatoriano indicó que en el encuentro bilateral que mantuvieron el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, y el ecuatoriano, Rafael Correa, durante la Cumbre Latinoamericana, que concluyó ayer en la localidad brasileña Costa do Sauípe, se dieron todas la condiciones para normalizar las relaciones.

En noviembre pasado, Ecuador presentó una demanda de arbitraje internacional para desconocer un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) brasileño, para la construcción de la hidroeléctrica San Francisco, a cargo de la empresa brasileña Oderbrecht.

La obra, que fue inaugurada a mediados de 2007, dejó de funcionar en junio pasado debido a fallos estructurales en su construcción, por lo que el Gobierno de Ecuador expulsó a la firma brasileña.

Ante esta decisión y la demanda ante la justicia internacional, Brasil llamó a consultas a su embajador en Quito, Antonino Marques Porto, lo que aumentó la tensión que se mantiene hasta hoy.

Falconí explicó que Correa, en la reunión con Lula Da Silva, "fue bastante claro en pedir el regreso del embajador (a Quito) para terminar de normalizar completamente las relaciones" que, según el canciller, "son absolutamente fraternas".

La reunión fue "bastante amena, bastante cordial" y en ella se ratificaron "los lazos de visiones conjuntas de los dos países, donde hay dos gobiernos progresistas identificados con la integración latinoamericana", declaró Falconí.

El canciller ecuatoriano afirmó que "la idea de la reunión fue encapsular los problemas estrictamente" a la represa de San Francisco y "mantener todos los lazos de unidad que vinculan históricamente a los dos países".

Aún así, Falconí destacó que el presidente Correa dejó "bastante claro que se seguirá con los mecanismos de arbitraje que ha abierto el país" y señaló que "no se interrumpirá el siguiente desembolso al crédito del BNDES, que tiene que realizarse el 27 de diciembre".

Ecuador ha expresado que ejecutará los pagos establecidos con el BNDES, hasta que el árbitro internacional resuelva la demanda.

Asimismo, el canciller hizo un recuento de lo que supuso para su país la Cumbre Latinoamericana de Brasil e informó de las próximas acciones en las que participará Ecuador para fortalecer la integridad regional.

De este modo, dijo que los representantes ecuatorianos en Brasil mantuvieron una reunión con los delegados de Cuba para preparar la visita del presidente Correa a ese país, prevista para el 7 de enero, en la que se tratarán temas de salud y educación con el objetivo de encontrar "complementariedades comerciales".

Además resaltó que en el marco de la reunión de Jefes de Estado de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se creó el Consejo de Defensa Suramericano, del que Ecuador ostentará la presidencia temporal desde abril de 2009.

Según Falconí, el nuevo Consejo de la Unasur se edificó para llegar a "una identidad suramericana en materia de defensa, promover el intercambio de información y modernizar los ministerios de Defensa", entre otros aspectos.

El canciller también informó que en la cita de Brasil, Ecuador presentó el informe de una auditoría de la deuda externa, que ha llevado al país a la suspensión de pagos de algunas de sus obligaciones, a las que considera "ilegales".