Los empresarios de Europa y Brasil están preocupados con el lento progreso de la alianza

Río de Janeiro.-  Los empresarios participantes en el II Encuentro Empresarial Brasil-Unión Europea (UE) manifestaron hoy su preocupación por el lento avance de ambas partes en concretar la alianza estratégica que lanzaron el año pasado.

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(EFE)

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ofrece un discurso en la apertura de la II Cumbre Brasil-Unión Europea (UE), que se realiza en Río de Janeiro.

Los empresarios de ambos lados, en una declaración conjunta divulgada hoy en Río de Janeiro, igualmente manifestaron su preocupación por la coyuntura económica provocada por la crisis financiera internacional y por la paralización de las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La reunión empresarial fue una actividad paralela de la II Cumbre Brasil-Unión Europea que reúne hoy en Río de Janeiro a los jefes de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Francia, Nicolas Sarkozy -que ejerce actualmente la presidencia semestral de la UE-, junto con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

La reunión tiene como objetivo definir un plan de acciones que pueda servir de guía a la alianza estratégica lanzada en la Cumbre de julio pasado en Lisboa.

"Las organizaciones empresariales y los empresarios estamos preocupados con el lento progreso de la implementación de la Asociación Estratégica Brasil-UE desde su lanzamiento. Para mantener el interés y aprovechar las oportunidades existentes, es necesario presentar resultados", según la declaración.

Los grupos empresariales que participaron en el encuentro, entre ellos el Businesseurope y la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil, dijeron que, para avanzar, la alianza debe concentrarse en algunas iniciativas económicas.

"Recomendamos la creación de un Grupo de Trabajo Brasil-UE sobre Comercio e Inversiones con el objetivo de identificar iniciativas para fomentar y facilitar el comercio bilateral y los flujos de inversiones", asegura la declaración.

"También insistimos en la creación de un mecanismo público para seguir la implementación de la agenda", agrega.

Los empresarios también manifestaron su preocupación con la extensión del impacto de la crisis financiera en la economía real y con el crecimiento de la incertidumbre para las empresas y los consumidores, así como por el riesgo de que los gobiernos adopten medidas restrictivas y proteccionistas.

Tras apoyar las medidas de los gobiernos para estabilizar los mercados, los empresarios también piden esfuerzos reales para que "mejoren la calidad de los gastos públicos y de los sistemas tributarios".

"La crisis financiera tuvo impactos profundos en el mercado de crédito y aumentó los costos de financiación a la inversión. Por eso los gobiernos deben remover las barreras que permanecen y reducir la carga de impuestos sobre las inversiones domésticas y extranjeras", según los empresarios.

Los empresarios recomiendan que el plan de acción Brasil-UE incluya un conjunto de iniciativas para facilitar el comercio ya a partir de 2009 para incentivar los intercambios en momentos de crisis y ante las dudas generadas por la Ronda de Doha.

"La crisis económica generó una nueva urgencia en concluir la Ronda de Doha. En tiempos de turbulencia económica hay el riesgo de una nueva ola de políticas proteccionistas que agravarían los impactos de la crisis. Lo que necesitamos es de más comercio para fomentar la recuperación económica", asegura la declaración.