Libros de batalla

Todos los informativos recogen la noticia: durante su visita a las tropas españolas en Afganistán, la ministra de Defensa y el ministro de Asuntos Exteriores han entregado los primeros 300 libros de una iniciativa que pretende "dotar de nuevos títulos a las bibliotecas y salas de lectura de las misiones españolas en el exterior". Los libros han sido donados por las editoriales.

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Lavandeira jr (EFE)

Los ministros de Defensa -Carme Chacón- y Exteriores -Miguel Angel Moratinos- ayer en la base de Herat.

Cuando cumplí con el Ejército español, recuerdo que las novelas de Marcial Lafuente Estefanía tenían la consideración de 'best seller', y compartían espacio con las revistas pornográficas en las garitas donde se hacían las guardias. Como las revistas porno tenían muchas hojas pegadas (o pegajosas), los reclutas sin urgencias elegíamos las historias del Far West. No había bibliotecas. Y nadie sabía que era una sala de lectura. Pero los tiempos han cambiado, y libros de los géneros más variados han viajado más allá de la madre patria, llegando incluso allí donde habían sido exterminados. Recordemos que los talibanes quemaron miles de libros, bibliotecas enteras.

Que la lectura regrese al Ejército, y a Afganistán, es una buena noticia. Lo que me sorprende es la forma en que lo hace: libros regalados por las editoriales. No acabo de entenderlo. Comprendería que Anagrama, Libros del Asteriode o RBA regalasen sus títulos a orfanatos, asilos, instituciones penitenciarias o incluso a bibliotecas de pueblos pequeños sin presupuesto para nada... ¡pero al Ejército! Un Ejército que, por ponerles un ejemplo del presupuesto que maneja, ha comprado 87 cazabombarderos Eurofighter. Si tenemos en cuenta que cada una de estas maquinitas voladoras cuesta, atención, 68,2 millones de euros... Multipliquen.

La pregunta es obvia: ¿Necesita un Ejército capaz de gastarse cientos de millones de euros en una colección de cazabombarderos (cuando la realidad es que hace décadas que no cazabombardeamos nada) que las editoriales le regalen 300 libros?

Que paguen los puñeteros libros. Y si llegan a aficionarse a la lectura, que vendan uno de esos Eurofighter y se compren la Biblioteca Nacional.

Un motivo para no ver la televisión.

Tres Navidades.
Autor: Quim Monzó.
Editorial: Acantilado.

Más cuentos de Navidad. Ayer fue Truman Capote. Hoy, con un formato similar (librito con tres narraciones breves), es Monzó quién reflexiona sobre estas fechas tan... ¿señaladas? No, tan monzonianas. El escritor y columnista catalán, uno de los imprescindibles de La Vanguardia, no respeta nada. La virgen, San José, los Reyes Magos, los dos niños Jesús... ¿Los dos niños Jesús?

Monzó "escapan a las reglas y los objetivos tradicionales del género", reconoce la contraportada de este perfecto regalo navideño. Perfecto porque, entre otras cosas, se ve engrandecido por las también mordaces ilustraciones de Ramón Enrich, complemento ideal para la Navidad atípica que propone Monzó.