Muere un industrial de la moda de los que ya no quedan

Hoy ha muerto, a los 84 años, Armand Basi, pionero en importar el concepto de moda prêt à porter a España con los polos Lacoste que producía en su fábrica catalana. Porque Armand Basi era sobre todo un hombre de la industria, de fábrica, de producción.

LLUIS GENE (EFE)

Cuando aún era joven y no tenía pasaporte -en aquellos momentos no era tan fácil- Armand Bassi se apuntaba de peregrino a Lourdes para poder ver escaparates en Francia, donde la moda iba, como ahora, a años luz de la española. Así empezó a ver moda de verdad, a oxigenar la cabeza y a vislumbrar un negocio que le haría presentarse en la residencia de verano de René Lacoste y de esta manera obtener la licencia de la marca del cocodrilo, pilar fundamental y sustento de la empresa Basi SA, propiedad de Armand Basi, que fabrica y distribuye Lacoste en España -todo esto lo explicaba el propio Armand Basi en esta entrevista con El Periódico de Catalunya-.

Contrario a la deslocalización, Basi siguió produciendo los famosos polos de piqué en su fábrica de Badalona y fue una de las voces que luchó por mantener la competitividad de la industria textil catalana frente a otros mercados en los que se reducen los costes de producción. Y no era por un concepto romántico -que puede que lo hubiera- sino porque produciendo cerca se controla mejor la calidad, se consigue agilidad y un mejor servicio.

Armand Basi, de familia ligada a la industria textil, siempre disfrutó de los procesos de producción. Tanto es así que cuando en 1986 creó la marca que lleva su nombre, Armand Basi, para atraer a un mercado más moderno y cosmopolita que el de Lacoste, no se lanzó a la creación sino que encargó esta labor a Luis Juste de Nin. Con un perfil rompedor, el director creativo se encargó de diseñar una marca acorde con el espíritu de la nueva Barcelona de los 80, una ciudad en ebullición más cultureta que Madrid, menos alocada y más conceptual. Juste de Nin, junto a Antonio Miró, representan este espíritu.

La marca alcanza cierto reconocimiento pero después cae en el olvido: a pesar de contar con puntos de venta internacionales no ocupa un lugar importante en el circuito de la moda. Pero eso es hasta que se decide dar un nuevo impulso a la marca y contratar como diseñadores -bajo la supervisión de Juste de Nin- a Miriam Ocáriz y Josep Abril.

Aquello fue en el 2004 y desde entonces ha habido cambios: Miriam Ocáriz, encargada de la colección de mujer, fue sustituida por el alemán Markus Lupfer, que es quien ha consolidado la marca. Tanto es así que desde 2007 desfila en la London Fashion Week y ahora lucen sus modelos desde Lily Allen hasta Letizia -suyo es el famoso vestido negro y los zapatos de charol y tacón de madera que llevó este verano en Palma y que lo mismo le han granjeado críticas que han sido nombrados el complemento más elegante de 2008. Seguro que a Armand Basi, el creador de maquinaria, el hombre que siempre defendió a capa y espada la producción local, se enorgulleció al pensar que algunas de esas prendas han salido de su fábrica de Badalona.