Ortega guarda silencio al cumplir dos años de Gobierno en un ambiente de tensión

Managua.-  El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cumple hoy dos años de mandato en un momento marcado por una tensión política, previstos recortes de la cooperación externa por el denunciado fraude electoral con que el sandinismo se asentó en el poder municipal y una incertidumbre económica.

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(EFE)

Ortega, de 63 años, regresó hace dos años al poder tras un primer mandato (1979-1990). EFE/Archivo

El aniversario, que no se celebró con actos oficiales, llega en un periodo en el que Nicaragua atraviesa una crisis institucional en la Asamblea Legislativa, paralizada tras las cuestionadas elecciones municipales del 9 de noviembre pasado.

También por el resurgimiento de la violencia política a causa de los resultados de esos comicios, considerado válidos por el Gobierno de Ortega y fraudulentos por la oposición.

Ortega, de 63 años y que regresó hace dos años al poder tras un primer mandato (1979-1990), reconoció que este año estará "lleno de grandes retos, enormes desafíos y mayores obstáculos" producto de la crisis financiera mundial, y de concretarse los recortes en la cooperación.

En marzo vence el plazo que Estados Unidos dio al Gobierno para lograr "un acuerdo que acepten todos los nicaragüenses" sobre los resultados de las elecciones, a lo que supeditó la entrega de 64 millones de dólares de la Cuenta Reto del Milenio (CRM) y todos los programas de cooperación.

La Unión Europea (UE), por su parte, suspendió 31,7 millones de dólares de ayuda a Nicaragua por identificar en el país incumplimientos de gobernabilidad, transparencia y respeto a los derechos humanos.

El asesor económico de la presidencia, Bayardo Arce, anunció que el Gobierno está elaborando un plan de emergencia económica, como parte de una respuesta a la situación económica que afronta este país.

Según el alto cargo, las expectativas de crecimiento económico y de recaudación de impuestos no se van a alcanzar en 2009.

El líder sandinista ha instado a los nicaragüenses a enfrentar la crisis con sus "propias fuerzas y nuestros propios recursos" y con el apoyo de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).

Ortega, que asumirá el 15 de enero la Presidencia pro tempore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en una ceremonia en la capital nicaragüense, gobierna el segundo país más empobrecido de América Latina y uno de los más polarizados de la región.

Según cifras oficiales, 46 de cada 100 nicaragüenses viven con 2,08 dólares al día, es decir "en estado de pobreza", y 15 de cada 100 nicaragüenses viven en extrema pobreza, con 1,08 dólares por día.

Para Víctor Hugo Tinoco, vicecanciller durante el primer Gobierno sandinista y actual diputado disidente sandinista opositor, Ortega "ha seguido estos dos años una política totalmente equivocada".

"En lugar de unir al pueblo nicaragüense para enfrentar la pobreza y solucionar los problemas de la gente, lo que ha hecho es desunirlos y dividirlos profundamente", apuntó Tinoco a Efe.

Los juristas Alejandro Serrano Caldera y Cairo Manuel López, por su lado, señalaron a Ortega como responsable del posible recorte de la cooperación externa y la parálisis en el Parlamento por el "fraude electoral" en los comicios de noviembre y por oponerse a un recuento de votos en las actas para transparentar los resultados.

Según ambos juristas, Ortega no solo busca asentar al sandinismo en el poder local a "cualquier costo", sino controlar el Parlamento, el único de los cuatro poderes del Estado en que no tiene influencia mayoritaria, para reformar la Constitución y reelegirse en el poder indefinidamente.

En los dos primeros años de Gobierno, Ortega se ha dedicado a agitar aguas y conflictos domésticos e internacionales en los que ha sido agresivo con el que se le pare enfrente, especialmente con EE.UU. y la UE, también contra los medios de comunicación del país.