Puertas, un acróbata del aire entre las dunas del Dakar

Copiapó (Chile).-  El riesgo y la adrenalina son dos constantes vitales para Miguel Puertas, comandante de la Academia General del Aire y ex piloto de la acrobática 'Patrulla Águila', que este año cruzó el charco para participar en su quinto Dakar.

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(EFE)

Imagen de archivo del comandante Miguel Puertas, un ex piloto de acrobacia, que este año cruzó el charco para participar en su quinto Dakar. EFE/Archivo

Este granadino de 40 años pasó cuatro años haciendo 'loops' y maniobras extremas a bordo de un CASA C-101, el avión utilizado por la 'Patrulla Águila', el grupo de vuelo acrobático del Ejército del Aire Español, donde desde hace siete años es instructor de los jóvenes y atrevidos pilotos que deciden enrolarse en sus filas.

Ferviente seguidor del raid más duro del mundo, Puertas compitió en varios deportes antes de comprarse una moto de rallys e iniciar su andanza sobre dos ruedas nada menos que con un Dakar.

"Siempre me había hecho ilusión. Es una carrera que seguía desde sus inicios, cuando tenía 18 años. Nunca había competido en motos pero en 2002 me compré una moto y el 2004 empecé a competir en el Dakar", explicó a Efe el comandante de la Fuerza Aérea.

Habituado al riesgo y la velocidad, el comandante aseguró que, pese a lo que pueda parecer, las sensaciones que se sienten encima del avión y a lomos de su KTM son parecidas.

"Son experiencias muy exigentes, te ponen al límite. Volar en un avión a 700 kilómetros por hora a sesenta metros del suelo haciendo acrobacias es una actividad llena de sensaciones, igual que el Dakar", apuntó.

Tras cinco participaciones en el rally y muchas vivencias y anécdotas por contar, Puertas aseguró que, a su juicio, el Dakar es una experiencia y una motivación.

"Es una prueba muy especial, te influye mucho personalmente. Te acerca a tus límites personales, no sólo físicos, y en moto lo vives todo más personalmente puesto que no tienes a nadie que te acompañe", confesó el piloto.

Puertas recuerda con especial nostalgia su primera participación en la competencia, en 2004, cuando recorrió miles de kilómetros por África sin experiencia alguna y sin asistencia mecánica.

"Iba yo sólo en una carrera donde la experiencia es muy importante. Ese año salir ya fue un reto y me exprimí a tope para después ni llegar, porque abandoné en la etapa novena, fue un año con un Dakar muy duro", dijo.

Con más experiencia y tras haber finalizado el raid los años siguientes, el piloto cuenta este año con un mecánico que lo acompaña y un camión de equipo que comparte con otras marcas.

Pese a ser un competidor aficionado, al granadino nunca le ha faltado el apoyo de patrocinadores, un elemento fundamental para poder costear el elevado precio de la inscripción del rally.

"Casi todos los patrocinadores me han acompañado desde el principio. Como he tenido una progresión positiva no se han aburrido y he ido mejor año tras año", dijo Puertas, quien admitió que el pertenecer al Ejército del Aire lo convierte en un personaje "diferente" y atractivo para los anunciantes.

Este año Puertas sigue adelante en el primer Dakar fuera de África cuando la caravana ya ha probado el desierto de Atacama y se avecina la parte más dura del raid.

Sin embargo, el piloto expresó su deseo de que la carrera vuelva algún día al continente africano, donde según él, se encuentran los verdaderos orígenes y valores de la competición.

"La diferencia principal con África es que allí sientes mucho más la soledad que en Latinoamérica. Encontrar a gente apoyándome en una espacial es imposible en África", recalcó.

Puertas echa de menos los inhóspitos terrenos africanos, donde a menudo no hay rastro de vida humana en un radio de 500 kilómetros, y donde es totalmente improbable que los espectadores ofrezcan aceite o gasolina a los competidores, como ha sucedido en esta edición.