¿Dónde está el gas que tiene que calentar a media Europa?

La guerra de acusaciones entre Rusia y Ucrania no acaba de conceder una tregua. A primera hora de la mañana, y tras seis días de interrupción, Rusia ha anunciado la reanudación del suministro de gas a Europa a través de Ucrania aunque desde la empresa suministradora del gas, la pública Gazprom, aseguran que ahora es Ucrania la que está bloqueando la salida. Los observadores internacionales, por su parte, han denunciado al país ex soviético no les deja trabajar con normalidad. Mientras, media Europa se hiela de frío.

(REUTERS)

La guerra abierta que mantienen desde hace tiempo las dos regiones ex soviéticas está empezando a cabrear a la Comisión Europea. Bruselas asegura que los observadores internacionales desplazados a la zona tienen problemas de acceso pleno a los centros de envío de gas en Moscú y Kiev. El presidente de la CE, José Manuel Durão Barroso, ha tenido que llamar a Putin (la cuarta vez que lo hace en los últimos días) después de que los observadores constataran los problemas de acceso.

Rusia ya advirtió que la reanudación de los suministros a través de Ucrania, por donde pasa cerca del 80% del gas que vende a Europa, sería paulatina. Sin embargo, la acusación del vicepresidente de Gazprom de hoy pasa la pelota a Ucrania al culparles de cerrar el grifo a Europa. Esto se produce dos días después de que el primer ministro ruso Vladimir Putin alcanzara un acuerdo con el presidente de turno de la UE para reanudar el suministro. Eso sí, la UE tendría que aceptar la llegada a Ucrania de la comisión de expertos encargados de verificar si ese país desvía parte del gas europeo.

Mientras Rusia y Ucrania siguen enzarzados en su enésima pelea de patio, varios países del centro y este de Europa padecen las consecuencias de un crudo invierno. Al menos 12 países han dejado de recibir gas y otros cinco (entre ellos Francia y Alemania) han visto reducido su abastecimiento. La situación es más crítica en Bulgaria, Bosnia, Serbia, Eslovaquia y Hungría, dónde hay hogares que se han quedado sin calefacción y decenas de empresas han tenido que dejar de funcionar.