Los testigos afirman que la víctima y los acusados "convivían como hermanos"

Toledo.-  Los testigos que han declarado hoy en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Toledo contra dos marroquíes acusados de violar a una compatriota han coincidido en señalar que todos ellos habían "convivido como hermanos", por lo que no creen que se produjera el delito sexual.

Los hechos juzgados se remontan a 2007, cuando los acusados, Adil A.I., de 31 años, y Said N., de 23, compartieron durante tres meses un piso en Sonseca con la víctima, L.B., quien mantenía una relación sentimental con el primero a pesar de que éste estaba prometido con otra mujer.

Los testigos han afirmado que no sabían a ciencia cierta si Adil y L.B. mantenían algún tipo de relación sentimental, aunque alguno ha reconocido que dormían juntos y que ella dependía económicamente de él y, cuando no estaba, de los demás compatriotas que vivían con ella.

La víctima relató la agresión sexual que había sufrido a uno de los testigos al día siguiente de que ocurriera, y le comentó que los dos acusados se habían acostado con ella, aunque el testigo ha señalado hoy que "no se puede creer lo increíble, hemos convivido juntos como hermanos, no lo creería".

Todos además oyeron en alguna ocasión que la víctima le decía a Adil que "no le iba a perdonar en esta vida ni en la otra".

Además otro de los testigos ha afirmado que acompañó en su coche a Adil y L.B. a Madrid para abortar, y ha explicado que ésta era plenamente consciente y que lo hizo voluntariamente.

El fiscal, por su parte, ha dicho que quedaban acreditados los hechos y la participación de los acusados en ellos, aunque ha reconocido que es muy difícil comprobar los delitos de índole sexual, y más cuando la víctima no presenta denuncia hasta un mes después.

A su entender, esta actuación responde al temor que tenía L.B. a los dos acusados, y a su situación en España donde no conocía el español, no tenía trabajo y dependía económicamente de Adil, por lo que cuando vio la posibilidad de que la echasen de España, es cuando se fue a la Guardia Civil a denunciar.

De éste ha señalado que era "la cabeza pensante de todos los testigos, ya que la mayor parte habían convivido con él o mantenían algún lazo con él".

El fiscal ha indicado que las declaraciones de los dos procesados estaban "plagadas de mentiras y falsedades".

Por ello, el ministerio fiscal sigue pidiendo doce años de prisión por el delito de agresión sexual y otro más por maltrato para Adil, y diez por agresión sexual para Said, y ha recordado que ambos se encuentran en prisión preventiva por el delito de falsificación de moneda.

Por su parte, la defensa de Adil pide la absolución de su representado al considerar que no existe prueba alguna ni de agresión sexual ni de maltrato y, aunque ha reconocido que ambos acusados mintieron, fue para proteger la relación que Adil mantenía con su prometida, y que finalmente se rompió tras conocerse los hechos, según ha informado un familiar de la mujer.

El letrado ha reiterado que L.B. es quien ha incurrido en contradicciones todo el tiempo y ha asegurado que "aquí solo hay un móvil: el odio, el rencor".

"Es una mujer despechada (L.B.), estaba enamorada y cuando le pide más (a Adil), éste decide cortar, y es cuando le cuenta todo sobre el embarazo a pesar de que está probado que lo sabía dos meses antes", ha agregado el abogado.

Además ha indicado que L.B. acusó a los dos procesados de "tráfico de drogas, delitos contra los derechos de trabajadores y por falsificación de moneda".

La defensa de Said se ha adherido al primer letrado y ha pedido la libre absolución para su defendido, ya que cree que lo único que mueve a L.B a actuar contra él es "la venganza".

Adil ha indicado a la Sala que está "viviendo una pesadilla" y que sufre mucho ya que nunca "le haría eso a una chica".

Por su parte Said ha afirmado que él no ha hecho "nada mal", y ha acusado a la víctima de "ser un demonio".