El Rey y Gadafi abren la puerta a más inversión en energía e infraestructuras

Trípoli.-  La primera visita oficial a Libia del Rey de España concluyó hoy con un compromiso de Muamar Gadafi a favor de las inversiones españolas en sectores como infraestructuras y energías renovables, tras dejar resuelto definitivamente un problema de deuda privada que obstaculizaba la cooperación económica.

El viaje de Don Juan Carlos a Trípoli, que el Gobierno español considera "histórico", abre un nuevo capítulo de relaciones más intensas "en todos los campos", una vez despejada la vía de la cooperación económica con la firma de un memorando de entendimiento que salda la deuda contraída por Libia hace 22 años con un grupo de constructoras españolas.

La entrega de 18 millones de dólares a las empresas acreedoras dentro de un mes, a través del Gobierno español, es la fórmula de solución recogida en este acuerdo, que suscribieron hoy en el marco de la visita oficial los ministros de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, y Libia, Abderrahman Shalgam.

Los dos ministros firmaron asimismo un segundo memorando sobre concesión de visados, que facilitará los trámites a los empresarios que viajen a este país magrebí, y mantuvieron una entrevista de trabajo en la que Moratinos ofreció todo el apoyo de España al proyecto de Unión del Magreb Árabe y ambos acordaron trabajar conjuntamente frente al terrorismo y la inmigración ilegal.

En todo caso, la primera visita oficial de un jefe de Estado español a Libia desde que el país obtuvo la independencia estuvo marcada por el interés en consolidar las bases para un incremento de las exportaciones españolas que reequilibre el déficit comercial y en ampliar y diversificar unas inversiones en el mercado libio hasta ahora concentradas en su mayor parte en el negocio petrolero.

Gadafi, que hoy se entrevistó con Don Juan Carlos en una reunión a la que estaban invitados los quince altos directivos de la delegación empresarial que ha acompañado al Rey en Trípoli, invitó a las compañías españolas a invertir en su país y mostró un interés especial por los proyectos relacionados con energías renovables.

Destacadas empresas con actividades en el ámbito de la energía eólica y solar formaban parte de esta delegación, junto con importantes grupos de construcción e infraestructuras y compañías especializadas en el tratamiento de aguas, aunque unas polémicas palabras de Gadafi sobre la nacionalización del negocio petrolero centraron la atención en Repsol.

En su discurso de anoche ante el Rey y los empresarios, Gadafi advirtió de que, si el precio del petróleo no alcanza los 100 dólares por barril, su Gobierno estará legitimado para nacionalizar las petroleras extranjeras, si bien precisó que este eventual proceso no sería drástico, sino dialogado con las propias empresas, y aseguró que, en todo caso, España no debe temer verse afectada.

Dos ministros libios y el responsable de la petrolera nacional NOC tranquilizaron al presidente de Repsol, Antoni Brufau, presente en esta visita oficial, que extrajo la conclusión de que Gadafi no prepara en absoluto un proceso de nacionalización y se había limitado a exponer una reflexión personal.

Brufau incluso elogió las virtudes de Libia al recabar los periodistas su opinión sobre una hipotética entrada de capital libio en Repsol y recalcó que contar con este país en el accionariado aportaría a la compañía "un 'plus'", un "seguro valor añadido", derivado del hecho de disponer de un socio con las reservas petrolíferas de Libia.

Don Juan Carlos, que ha hecho valer ante Gadafi la experiencia y el prestigio internacional de las empresas españolas para propiciar una nueva etapa de estrecha cooperación económica, pondrá fin a su estancia en Trípoli esta noche, tras reunirse nuevamente con el líder libio, esta vez en una cena privada.