Funerales en la intimidad para uno de los bebés y la puericultora asesinados

Bruselas.-  Unos funerales en la más estricta intimidad despidieron hoy a uno de los bebés y a la puericultora asesinados a cuchilladas por un perturbado el pasado día 23 en una guardería de la ciudad belga de Dendermonde.

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(EFE)

La madre, (2-i), y el padre, (3-d), del pequeño León García-Mannaert, sujetan el pequeño féretro de su hijo de seis meses, que falleció el pasado día 23 de enero de 2009 cuando un hombre entró en su guardería y mató a cuchilladas a dos bebés y a una profesora, durante su funeral en la iglesia de Sint-Egidius de Dendermonde, Bélgica.

Las ceremonias, igual que la celebrada ayer viernes por el otro bebé, se desarrollaron en presencia de familiares, amigos y algunos representantes oficiales, a petición expresa de las familias.

El funeral por Leon, un bebé de seis meses, se celebro en un ambiente emotivo y sereno, según señalaron algunos asistentes a los medios locales, que fueron mantenidos en un lugar reservado a las afueras del templo, informó la agencia Belga.

Un centenar de personas se congregó en el exterior para compartir el dolor de los familiares.

Anteriormente, unas 600 personas atestaron una pequeña iglesia de Dendermonde durante el funeral por la puericultora, Marita Blindeman, de 55 años, quien murió intentando proteger a los pequeños.

Unas 150 personas se congregaron en las afueras del templo durante la ceremonia para mostrar su apoyo a los familiares. "Es para mostrar solidaridad", declaró una de ellas a la televisión pública francófona RTBF.

El ministro del Interior, Guido De Padt, impuso a Blindeman a título póstumo la Cruz Civil de primera clase por su sacrificio en defensa de los bebés del centro.

A la ceremonia también asistieron el ministro de Defensa, Pieter de Crem, autoridades regionales y un enviado de la familiar real.

El funeral por el otro bebé, un niño de nueve meses del que solo se ha divulgado su nombre de pila, Korneel, se celebró ayer viernes en la más estricta intimidad en el crematorio de la ciudad de Sint-Niklaas (noroeste).

El alcalde de Dendermonde, Piet Buyse, había advertido con dureza a los medios de comunicación de que no intentaran inmiscuirse en el dolor de las familias.

"Los periodistas que entren en la iglesia son unos buitres", afirmó Buyse el pasado jueves en unas declaraciones a un programa de televisión.

El pasado día 16, un joven de 20 años entró en una guardería de Dendermonde (al noroeste de Bruselas) y mató a cuchilladas a dos bebés y una puericultura, y causó heridas a otros diez niños y dos trabajadoras del centro.

Detenido poco después de los hechos, el presunto autor tienen un historial de problemas psiquiátricos y es también sospechoso de haber asesinado a una anciana de 73 años en la ciudad de Beveren.

El detenido, Kim De Gelder, no ha explicado aún los motivos de su ataque, que causó una fuerte conmoción en todo el país y que ha movido a muchas guarderías a poner en marcha medidas de seguridad para controlar el acceso.

Las autoridades decidieron cerrar definitivamente la guardería municipal que albergaba el edificio y hoy anunciaron que ya han encontrado un local para reabrir el servicio desde el próximo lunes.