Sólo uno de los seis acusados de tráfico de drogas reconoce la autoría

Valladolid.-  Sólo uno de las seis personas juzgadas hoy en Valladolid como supuestas autoras de un delito de tráfico de drogas ha reconocido que se dedicó a la compra-venta de estupefacientes durante su declaración en la Sala de vistas, en la que rompió a llorar y dijo que estaba amenazado de muerte.

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(EFE)

En la imagen, parte de los acusados junto a sus abogados durante la vista celebrada esta mañana.

En el juicio, que está previsto que se desarrolle al menos durante tres sesiones, se ha convocado por hechos ocurridos el pasado año y por los que el fiscal demanda penas que suman 31 años y el pago de multas calculadas en un total de 82.000 euros.

Los encausados son seis personas con edades comprendidas entre 25 y 38 años, dos de ellas de Valladolid, una mujer de Ávila, un joven de Segovia, otro de Canarias, y el sexto de Colombia.

Sólo el encausado T.A.R.F., de 30 años de edad y para el que el fiscal pide provisionalmente siete años de prisión, ha reconocido hoy en el juicio que se dedicó a vender cocaína, una sustancia que nunca ha consumido, para poder costearse sus estudios en la Universidad sin representar una carga para sus padres.

La Policía detuvo a T.A.R.F. cuando se encontraba dentro de un vehículo en el que, según ha explicado, estaba vendiendo quince gramos de cocaína a otro de los encausados, aunque los agentes encontraron otros treinta gramos.

Ha sido cuando el fiscal ha preguntado a T.A.R.F sobre esos treinta gramos de droga cuando el procesado ha roto a llorar y ha dicho que prefería no contestar a esa pregunta porque había recibido "amenazas de muerte", no sólo contra su persona, sino también contra su familia.

Esta situación motivó que el magistrado presidente del tribunal decidiese suspender unos minutos la vista para que pudiera tranquilizarse el interrogado.

Cuando se reanudó, el acusado explicó que usaba un piso en Valladolid para dormir y estudiar, cuyo alquiler le pagaba una persona cuyo nombre no desveló a cambio de que le cuidara la casa.

El encausado habló de alguien que le preparaba "hatillos" de droga y él se encargaba de distribuirlos y dijo que la única persona de los acusados a la que él había entregado cocaína es H.A.G. , un joven de 25 años, para el que el acusador público pide cuatro años de prisión.

H.A.G. ha corroborado esta versión durante su declaración y ha explicado que de vez en cuando llamaba a T.A.R.F para que le suministrara diez o quince gramos de cocaína, ya que él es consumidor desde los 15 años.

Precisamente fue en uno de los encuentros entre ambos cuando la Policía les sorprendió dentro de un coche en el que él iba a pagar 455 euros por quince gramos, que en el argot que manejaban los dos procesados denominaban quince hermanos.

El sexto encausado que ha declarado hoy en la vista oral, C.H.O., de 38 años y para el que el fiscal reclama seis años de cárcel, ha dicho que nunca ha consumido cocaína y ha negado que suministrase droga, aunque ha admitido que hace "mucho tiempo" sí se dedicó a esta actividad para poder pagar una operación de médula ósea de su madre.

De los otros tres acusados, una pareja de novios, M.R.C., de 27 años, y P.M.T., de 28, para los que el fiscal demanda cuatro años de cárcel en cada caso, han confesado su adicción a la cocaína y han asegurado que la droga se la suministraba A.G.L., también encausado.

A su vez, A.G.L. ha asegurado que él es consumidor de este tipo de estupefacientes y que era M.R.C. quien le pasaba la droga, una operación que una vez también hizo la novia de éste, P.M.T.

Las acusaciones contra los procesados se formularon tras una investigación policial que abarcó la aprensión de cocaína en registros domiciliarios, actuaciones de escucha y grabación de determinadas comunicaciones.

Las defensas han reclamado la nulidad de estas actuaciones durante la investigación por vulneración de Derechos Fundamentales, una cuestión sobre la que el tribunal elaborará una valoración conjunta respecto a la totalidad de la prueba que se practique.