Todos le dan la espalda a la tragedia de Lanzarote

El siniestro que acabó hace unos días con la vida de 25 inmigrantes mientras trataban de alcanzar las costas de Lanzarote, ha reforzado el sentimiento de soledad de los canarios, que se quejan de la indiferencia del resto de España ante un fenómeno que se ceba en especial con ellos. Cada vez llegan más menores y, lo que es peor, cada vez mueren más personas en su peligrosa travesía hacia nuestro país. El Gobierno de Canarias critica que ninguna autoridad importante del Ejecutivo español haya puesto un pie en la isla después del suceso y que no hayan asistido a los entierros que se celebraban hoy en dos municipios de la isla. Nueve descansan ya en el cementerio de Arrecife y otros nueve en Teguise. Los otros siete serán repatriados en los próximos días.

Martínez de Cripán (EFE)

Momento del entierro en el municipio de Teguise.

"No se tiene noticia de ningún hecho de esta gravedad que no haya contado con la presencia de representantes del Gobierno del Estado". Así lo ha manifestado a soitu.es el portavoz del Ejecutivo canario, Martín Marrero, a quien esta actitud le parece "lamentable". Las autoridades regionales solicitaron una reunión de carácter especial con tres ministerios para abordar el tema de la inmigración en el archipiélago. Esto fue el mismo lunes. "Es viernes por la noche y aún no hemos tenido respuesta", asegura Marrero, aunque en Madrid ya se está oyendo que esta reunión es "innecesaria". Según él, esto demuestra su "insensibilidad" a lo que ha pasado, no sólo esta semana, sino que viene ocurriendo desde hace muchos meses en un goteo incesante. Canarias quiere que esto sea considerado "un asunto de Estado".

La rapidez con la que el horrible accidente, en el que sólo han sobrevivido seis personas, ha desaparecido de la actualidad política del país y caído en el olvido, también ha dejado al gobierno canario con mal sabor de boca. Marrero recuerda que se trata de la mayor tragedia de estas características que se produce en España, por lo que no entiende "qué hace diferente la muerte de estas personas a otras que desgraciadamente se hayan producido en el país".

Marruecos tampoco estuvo

El Gobierno español no es el único que ha dado la espalda a las víctimas y a los canarios. A pesar de la magnitud de la tragedia, ninguna autoridad marroquí se ha presentado en la zona, ni siquiera el embajador. La comunidad saharaui de Lanzarote denuncia que, además de la indiferencia institucional, la administración de Marruecos no se lo está poniendo nada fácil para hacer los trámites de identificación y repatriación de los cadáveres. Según los representantes del colectivo, el consulado alauí se ha limitado a recibir las fotografías de los cadáveres. Interior sostiene que este es el procedimiento habitual y que la colaboración está siendo positiva. Pero para la comunidad saharaui esto, no sólo es "insuficiente", sino que constituye la causa principal por la que sólo se han podido identificar siete de los 25 cadáveres hallados en el mar tras el accidente.

Los restos de estas personas —dos procedentes de El Aaiún y cinco de la localidad de Gulmin— que sí han sido reclamadas por sus familiares, han sido embalsamadas hasta que se pueda proceder a su repatriación. Los otros 18 han sido enterrados esta misma tarde tras una sobria ceremonia oficiada por el imán de Lanzarote, Mohamed Ould Mustapha. Nueve descansan en Teguise, donde se hundió el cayuco, y los otros nueve en San Román de Arrecife. En sus nichos, ni nombre ni inscripción; tan sólo un número y la fecha en la que se produjo el accidente.

Antes de ser enterrados, los representantes del Juzgado de Guardia tuvieron que abrir los féretros para fotografiar a los fallecidos. Se trata de un procedimiento habitual en estos casos. Estas imágenes, junto con las pruebas de ADN, serán archivadas por si fuera posible identificar a estas personas algún día, posiblemente a petición de algún familiar interesado.

Testigos de esto, casi medio centenar de personas que jamás les conocieron. El Delegado del Gobierno en Canarias en funciones, Vicente Oliva, representantes del Cabildo de Lanzarote y de los siete ayuntamientos de la isla, así como varios miembros de la comunidad musulmana formaron parte de la comitiva que dio el último adiós a 18 personas que, a pesar de ser seguir en el anonimato, han conmocionado a gran parte de la sociedad canaria.