Familiares de las víctimas agradecen a Colom la entrega de los archivos militares de Guatemala

Guatemala.-  Los familiares de las miles de víctimas de la guerra interna que vivió Guatemala entre 1960 y 1996 reconocieron hoy la "voluntad política" del presidente Álvaro Colom, quien hizo cumplir al Ejército el mandato de entregar a la Justicia sus archivos secretos.

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Miguel Izep, representante del Movimiento Nacional de Víctimas de Guatemala, subrayó que con este gesto empieza a saldarse la "deuda histórica" que el Estado guatemalteco tiene con su pueblo.

Colom aprovechó la ceremonia de conmemoración del X aniversario del informe de la Comisión de la Verdad, que se celebra hoy, para cumplir con su promesa de hace un año de desclasificar los archivos militares sobre su actuación entre 1978 y 1983.

Dicha promesa fue precedida por una orden judicial emitida hace más de cuatro años y retrasada por diferentes recursos de amparo contra los que falló en marzo pasado la Corte de Constitucionalidad (CC), máximo tribunal de este país.

La entrega de los archivos, señaló Izep, además de contribuir al esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la guerra, "es una reivindicación a la memoria de los más de 200.000 muertos y a la incertidumbre del pueblo por no saber el paradero de sus familiares desaparecidos".

En obediencia a la orden de Colom girada justo hace un año y al fallo de la CC, el Ejército entregó hoy a la Justicia los archivos sobre sus actuación entre 1978 y 1983, período durante el cual se cometieron las más sangrientas violaciones a los derechos humanos.

El ministro de Defensa, general Abraham Valenzuela González, entregó los documentos en el Juzgado Segundo de Primera Instancia Penal, en donde se ventila un proceso judicial en contra de un grupo de militares acusados de genocidio, torturas y múltiples asesinatos.

Los documentos recogen los planes de las campañas contra-insurgentes denominadas "Victoria 82", "Sofía 82", "Ixil 82" y "Firmeza 83".

Según organizaciones de derechos humanos, en dichos archivos están las órdenes emitidas a las diferentes unidades militares por el alto mando del Ejército, para combatir a las guerrillas izquierdistas, que contemplaban también operaciones contra civiles.

Entre los militares procesados se encuentran los generales golpistas José Efraín Ríos Montt y Óscar Mejía Victores; así como Ángel Aníbal Guevara y Benedicto Lucas García.

Estos mismos militares son procesados ante la Audiencia Nacional de España, que desde diciembre de 1999 conoce un caso de genocidio, torturas y terrorismo de Estado, promovido por la Premio Nobel de la Paz 1992, la líder indígena Rigoberta Menchú.

Durante la ceremonia, en la que también se recordó el Día Nacional de Conmemoración de las Víctimas de la Guerra, instaurado por el Parlamento en 1999 tras la presentación del informe de la Comisión de la Verdad, Colom reafirmó su compromiso con el esclarecimiento de los hechos ocurridos durante la guerra interna.

"Un país que olvida su historia corre el riesgo de cometer sus errores de nuevo. Para que Guatemala no repita su historia, hoy estamos convencidos de que el resarcimiento es fortalecer y dar esperanza a la reconciliación, al perdón y la armonía nacional", señaló.

Los archivos militares, dijo, "son muy importantes, porque puede haber mucha información de la represión cometida durante la guerra", y su entrega a la Justicia "servirá para romper con la impunidad".

El mandatario también pidió perdón a los familiares de las víctimas "por el genocidio, las desapariciones y las torturas (...) cometidas por las fuerzas de seguridad, y por el sistema que permitió llegar tan lejos".

"Como presidente y como comandante en jefe del Ejército, pido perdón, para que nunca jamás vayamos a repetir esa historia trágica y sangrienta", declaró.

Según el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, la guerra que padeció Guatemala dejó un saldo de 200.000 muertos, 45.000 desaparecidos, 50.000 viudas, 646 matanzas colectivas, más 150.000 refugiados y un millón de desplazados.

El 93 por ciento de esos hechos son atribuidos a las fuerzas de seguridad del Estado; el tres por ciento a los grupos guerrilleros, y el restante cuatro por ciento a grupos no identificados.