El precio del pescado blanco se desploma, pero aún así cuesta venderlo

Barcelona.-  El precio del pescado blanco se ha desplomado y está más barato que nunca, "pero no se compra porque el consumidor lo considera un producto caro", según ha informado a Efe el gerente de la Asociación de Mayoristas de Pescado de Barcelona y provincia, Leandre Serra.

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(EFE)

Imagen de una pescadería de un mercado vasco. EFE/Archivo

Serra ha explicado que los mayoristas han bajado el precio de la merluza, el rape y el lenguado más del 30% con respecto al mes de febrero del año pasado, y que pese a esto "no se está incorporando a la cesta de la compra, lo que está llevando al sector a una importante crisis".

En el caso del pescado azul, los precios también han bajado algo, pero se mantienen "porque hay menos cantidad en el mar y se pesca menos", según Serra.

En su opinión, este descenso del consumo está provocando además que en los caladeros del Cantábrico haya más merluza de la que se ha visto en los últimos años, "porque como no hay demanda también se pesca poco", una situación que ha calificado como "extraordinaria".

El descenso en la venta y en el consumo está haciendo además que la mayoría del pescado que está a la venta sea de producción nacional.

Ha explicado que la caída de los precios es tal que en algunos productos, como la pescadilla, los precios han bajado hasta un 50% con respecto a su precio habitual, hasta el punto de que hay mercados de Barcelona en las que está a menos de cinco euros.

"Pero la recesión es tal, que ni así se vende bien", ha asegurado.

También ha recordado que la cola de rape se está vendiendo ahora entre un 35 y un 40% más barata que en las pasadas fiestas de Navidad, cuando el precio, en su opinión, "ya no fue muy elevado".

El Gremio de Detallistas de Pescado de Cataluña ha explicado a Efe que en general en los puntos de venta al consumidor también ha bajado el precio, "porque los marca la propia demanda", pero que los descensos están condicionados por los gasto de empresa que debe asumir el minorista.

El gerente de los minoristas, José María Morey, que coincide en que hay crisis, ha explicado que el sector detallista está pidiendo que se haga un Libro Blanco del Sector Comercial del Pescado en Cataluña para analizar los costes que tiene todo el sector, desde la primera compra.

En este sentido, ha explicado que de cada compra que se hace en una subasta, automáticamente se tiene que recargar el producto entre un 12% y un 22% por impuestos, tasas y servicios varios que la propia lonja genera.

Además, se deben asumir gastos de empresa, como los vehículos isotérmicos, el punto de venta, personal para atender en horario de mañana y tarde, servicios como agua y luz, cámaras frigoríficas y el resto de instalaciones, que suponen cargas que repercuten en el productos.

Según José María Morey, entre 1995 y 2005 en Cataluña han cerrado mil pescaderías, por el cambio y la relación del mercado, la competencia de los supermercados y las grandes superficies y por la remodelación de los mercados, que ha hecho que muchos propietarios ya mayores no hayan querido invertir en sus establecimientos.

Reconoce además que, socialmente, el trabajo de pescadero no está bien reconocido, porque se ve sucio, con largos horarios y complicado.

José María Morey ha insistido en que hay que tener en cuenta que el pescado es el producto más perecedero que existe, y que el valor de un pescado de hoy a mañana puede caer hasta un 50% por la imagen del producto.