El silencio de los políticos blogueros

Tres días después, ni saltos de alegría ni 'mea culpas'. Sorprende bastante que en los blogs políticos más auténticos brillen por su ausencia los comentarios de cierto calado tras los resultados en Euskadi y Galicia. Patxi López sube un vídeo; Nuñez Feijóo, se limita a dar las gracias; Pepe Blanco, mete su discurso; Madina, Sevilla y Moragas, ni pío. Rosa Díez, en cambio, entabla un diálogo consigo misma.

Si están contentos, ¿por qué no lo expresan?

El primer impulso nada más saber la noche del domingo 1 de marzo que Nuñez Feijóo ganaba Galicia y Patxi López podía ser lehendakari, fue entrar en sus respectivos blogs. El exultante socialista vasco había (o mejor dicho, lo 'habían' hecho por él) publicado varios vídeos, sin comentario alguno, con el discurso de la victoria. Hoy mismo ya está vendida la rueda de prensa de esta mañana en Bilbao. Evidentemente sobran las palabras pero cualquiera que siga su blog sabe que Patxi es un hombre al que le cuesta no escribir. Aunque sean dos líneas. Por eso es fácil distinguir cuando ha tenido que ceder la actualización del blog. Desde octubre de 2007, alimenta este espacio personal en el que se mezcla su actividad profesional con sus aficiones, la música y la fotografía principalmente.

Cotillear por sus post revela que no hay nada impostado ni doctrinario. López resulta sincero, natural y tremendamente cercano. Ya en el post del 23 de enero titulado 'Día de blogueros y buen rollo' prometía cuidar mucho más su blog a partir del 1 de marzo. El candidato, consciente del tiempo que se necesita para mantener al día la bitácora, sabía que no iba a poder. Aun así ha hecho un esfuerzo durante la campaña. Basta leer el post 'Peace train' para descubrir ese estilo tan personal con el que envuelve el último día de campaña en una canción para expresar su estado de ánimo. "Cat Stevens cantada por Dolly Parton con Ladysmith Black Mambazo un grupo sudafricano con el que me levanto todos los días escuchando Knocking on HeavenŽs Door", explica. Por eso se echan tanto de menos unas breves líneas. Un gesto hacía esa red tejida en internet que tanto le ha apoyado y a la que incluyó en su lista de agradecimientos de la rueda de prensa del 1 de marzo. Algo más que las imágenes ya vistas en televisión. Habrá que seguir esperando.

Te imaginas que a su colega Eduardo Madina, al que la actualidad no arrastra como Patxi, cómplice amigo del líder vasco, la alegría y la emoción provocada por los excelentes resultados le habrá empujado a escribir una pequeña reflexión sobre este momento histórico. Tecleas Molinos de papel y compruebas que la última entrada está fechada el 27 de febrero. Madina es también de los auténticos, es decir, no pertenece a esa clase de políticos que usan el blog para hacer campaña y luego lo abandonan o, si lo continúan, lo convierten en un contenedor de notas de prensa, de lugares comunes, de difusor de consignas políticas. A Madina también le apasiona la música, los libros y la política, claro. Estaba tan esperanzado por el cambio que no se entiende el silencio. Se produce un vacío, da la sensación de que el tiempo se ha parado. En un medio tan inmediato como internet, corta el aliento esa premeditada ausencia de actualización. Piensas que deben estar tan contentos y... ¿por qué no lo expresan?

El blog de Jordi Sevilla, un socialista ilustrado y con criterio propio cuya lectura suele ser una garantía, también se ha quedado mudo. Sevilla suele ser fiel a su media de un artículo por semana, pero desde el 14 de febrero no hay ni línea. ¡Qué pena! Queda descartada la posibilidad de saber cómo se valora internamente la inducida autodefenestración de Pérez Touriño y el prometedor futuro inmediato de López. Pepe Blanco y su cuaderno blanco —qué juego de palabras tan creativo—- no suele ser un espacio muy interesante, aunque se nota que el secretario general pone todo su empeño en resultar atractivo. El último post, fechado el 1 de marzo, titulado 'Un sentimiento ambivalente' se limita a reproducir el discurso que desde Ferraz fue televisado la noche del domingo.

Elena Valenciano, diputada socialista con ideas propias, tampoco ha tocado el tema. Después de 'El guiño de Obama', del 28 de febrero, ni un comentario post electoral. Luego dicen los políticos que nos ocupamos más del presidente norteamericano que de lo que sucede es España. Aquí un ejemplo de que a ellos les aqueja idéntico mal. ¿Y si la institucional Leire Pajín hubiera escrito algo con chicha? Hay veces que uno se agarra a un clavo ardiendo. Pero ni por esas. En 'La ciudadanía toma la palabra' el tono oficialista te saca del blog.

El otro vencedor, el popular Alberto Nuñez Feijóo en Galicia, también escribe un blog desde el año 2007. En este diario resulta imposible adivinar ni una sólo afición personal. Da la impresión de que el nuevo presidente de la Xunta vive por y para la política. Quizá por eso los responsables de la campaña se volcaron en humanizar al personaje. De ahí los vídeos de sus padres y su hermana hablando en clave familiar de su 'rapaciño'. Fiel a su espíritu, el chico Rajoy da la gracias en su post 'Grazas' de forma fría y oficial.

Los populares, menos dados a los blogs y más activos en las redes sociales, cuentan con pocos blogueros a los acudir para saber más. Jorge Moragas, sombra de Rajoy en la última etapa, escribe el blog más divertido —unas veces con intención, otras sin ella—-, entre los peperos. Sin embargo, también ha optado por cerrar el pico y dejar el vídeo del cierre de campaña de Rajoy en Galicia como homenaje a su jefe, publicado el 27 de febrero. Un documento digno de ver, en el que parece ser Rajoy el que se presenta y el único que se ha pateado Galicia de cabo a rabo, pues Nuñez Feijóo solo aparece en la imagen final una fracción de segundo. Rosa Díez, eufórica, plantea un diálogo consigo misma a través de un personaje anónimo para explicar su postura ante una posible negociación con Patxi López.

En fin, los políticos, incluso los que ostentan el título de más interneteros, se olvidan de la red en cuanto las cámaras de la radio, los micrófonos de la televisión y la tinta de los periódicos les ofrecen un minuto de gloria. O igual es que no son tan libres como presumen y tienen que esperar el permiso de un superior para ponerse a opinar.