El estreno de Coppola se aplaza indefinidamente en España

'Tetro' no se estrenará en España en mayo. La vuelta a las pantallas españolas, tras 12 años, de Francis Ford Coppola, esta vez arropado por Maribel Verdú y Carmen Maura, tendrá que esperar indefinidamente. Así nos lo ha explicado su distribuidora en España, Alta Films, desde donde aseguran que la fecha de lanzamiento prevista —que hasta ayer aparecía en su portal— no será tal. "La película está terminada" y "no hay ningún problema", es sólo que buscan "la mejor estrategia de lanzamiento", habida cuenta de que parece tener potencial festivalero. ¿Estrategia de marketing o desconfianza en el ex rey de Hollywood?

Gallo en una escena de la película.

Quizá nadie debería sorprenderse de que hayan 'dormido' la película. Es lo que suele ocurrir cuando quien la tiene que mover no cree en ella. Y, no nos engañemos, tras las noticias generadas en el rodaje, mucha fe había que tener. Problemas de casting, de guión, con el equipo y con los sindicatos. Coproducida entre Estados Unidos y Argentina y sin estrellas norteamericanas en el reparto, nadie apostaba porque fuera a ser la resurrección comercial (las coproducciones nunca lo suelen ser) de Coppola. Quince millones de euros de presupuesto no dan para un Brad Pitt en la cabecera del póster, pero es que, tras las dos bancarrotas de 'Apocalypse Now' (1979) y 'Corazonada' (1982), y sus erráticos últimos 12 años, cualquiera se atreve a confiar en él. Aún en España no hemos visto la película, así que habrá que concederle el beneficio de la duda de que quien tuvo retuvo, que si resucitó dos veces lo puede hacer una tercera y que puede que esa apuntada carrera festivalera le ponga en el ojo del huracán. Algo así ocurrió con 'Slumdog Millionaire' que también durmió un tiempo en un cajón y luego fue todo un éxito.

El largo y duro rodaje

En la génesis de 'Tetro' —la historia se centra en una familia de artistas italianos, inmigrantes en Argentina (donde se rodó) que mantienen una gran rivalidad entre ellos— todo iba a pivotar sobre uno de los fetiches de Coppola, Matt Dillon, a quien estuvo muy ligado en los 80. Primera baja. Más tarde se incorporaría Javier Bardem para poco después bajar al barco en favor de Carmen Maura, con reescritura de las líneas incluida. Finalmente encabezan el reparto Vincent Gallo, en la piel del protagonista, y Maribel Verdú como su partenaire amorosa.

El portal La Higuera todavía da por bueno el 29 de mayo

Por su parte, Maura da vida a una crítica literaria que hace las veces de valedora del protagonista, un papel, que, tal y como explicó a soitu.es el pasado mes de noviembre, es "pequeñito": "Mi parte del rodaje eran escenas llenas de multitudes todo el rato. Yo hacía de organizadora de una gran fiesta, que era una locura. Creo que nunca he rodado con tantas cámaras, porque teníamos más de 20 enfocándonos a la vez. No hablé demasiado con Francis, pero es que mi papel no era como el de Maribel, que lleva toda la película encima".

Maura aseguraba también que "la relación con Coppola había sido fantástica", algo de lo que no todos pudieron presumir. Una semana entera estuvo parado el rodaje en mayo debido a las protestas de los sindicatos por las "durísimas jornadas de 14 horas y la no regularización de los contratos para abaratar costes". El presupuesto en verdad debió quedarse corto, puesto que el director, poco dado a conceder entrevistas, accedió a hablar para el Canal 7 argentino "a cambio de equipos de filmación", tal como publicó la agencia EFE.

Una trayectoria descendente

Podríamos declarar con una pena resignada: "Fecha de la muerte artística: 1997" (año en que filmó 'Legítima defensa', su último éxito), lo que pasa es que el realizador-productor-guionista es experto en revolverse como gato panza arriba. No le frenaron sus dos históricos tropezones consecutivos en los 70 y 80 y supo reinventarse con pequeñas y humildes producciones como 'Rebeldes' y 'Ley de la calle' (ambas del 83). Eran tiempos de barbecho que darían lugar a un conato de resurreción con 'El padrino III' (1990) y 'Drácula' (1992). Tras la fallida experiencia de 'Jack' —que hizo dinero pero ensució su nombre— y la de la templada 'Legítima defensa' —que fue bien recibida pero sin tirar cohetes— vino el silencio. Eran tiempos para pensar y programar 'Megalópolis', uno de sus más ambiciosos proyectos, que tras tres años de preproducción se abortó.

El fiasco de 'Megalópolis'

Las razones que esgrimió el director para abandonar las recogió el portal ainitcool: "Estuve ahorrando el dinero de las tres películas de estudio que filmé en los 90 ('Drácula', 'Jack' y 'Legítima defensa') para hacer 'Megalópolis', pero de repente se hizo muy dura la idea de filmar una película sobre la aspiración de la utopía con Nueva York como personaje principal (tras el atentado de las Torres Gemelas). No podía escribir sobre la ciudad sin reparar en las consecuencias de lo que había sucedido. El mundo había sido atacado y no supe como asimilarlo, aunque lo intenté". Fue un punto y aparte en el que no descartó retomar la historia cuando se sintiera preparado. El devenir de la raza humana es algo que le sigue fascinando. Así como los orígenes que en cierto modo abordó en 'Youth without youth' ese mismo 2007.

La decepcionante (y aquí inédita) 'Youth without youth'

Con un planteamiento argumental muy en la línea de 'El curioso caso de Benjamin Button' (el científico Tim Roth rejuvenece tras ser impactado por un rayo), sólo que bañado de metafísica acerca del paso del tiempo y la génesis del lenguaje, consiguió un resultado formalmente impecable y dotado de una gran belleza clásica que aburrió hasta a las ovejas en el penúltimo festival de Roma. Su hermetismo conceptual hizo que no se estrenara más que de manera limitada en la mayoría de países. En España, nos libramos (al menos los espectadores convencionales).

"Estreno limitado" en EEUU (en junio) es lo único que podemos esperar también para 'Tetro', según el actual pronóstico de iMDB. Pero no seamos negativos, ésta, debido a su cuadro protagónico, es imposible que no se estrene en nuestro país. Es más, seamos positivos: confiemos en Verdú y en Maura y en que todo este impasse sólo sea indicio de que el director septuagenario tiene algo bueno entre manos, tanto como para llevarse algo gordo en Venecia, Roma o San Sebastián.

Y además

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