El hombre cuya guitarra era una máquina de matar fascistas

"Mi voz sonó en las ondas radiofónicas de Los Ángeles, y el tío Sam me consiguió un empleo para que fuera al valle del río Columbia, con el objeto de componer y grabar 26 canciones sobre la presa Gran Coulee. Hice un par de álbumes titulados 'Dust bowl ballads' para la gente del sello Víctor. Volví a echarme a los caminos y atravesé el continente un par de veces por carretera y en los mercancías. La gente me escuchaba en los programas de radio con difusión nacional de la CBS y la NBC, y pensaban que era rico y famoso, cuando no tenía donde caerme muerto y volvía a pasar fatigas". Así es el resumen que de su vida hace el cantante Woody Guthrie al final de su libro de memorias 'Rumbo a la gloria'. La historia de un chico que no tuvo demasiada suerte, pero que vivió como quiso. O como pudo.

Famoso por su tema 'This land is your land', el repertorio de Woody Guthrie nada entre el folk, las baladas y la canción protesta altamente politizada. Considerado parte fundamental de la historia de la música popular americana, su repertorio está archivado en la Biblioteca del Congreso y sus discos los edita el Smithsonian Folkways Recordings, una discográfica sin ánimo de lucro que pertenece al Museo Nacional de Estados Unidos. Falleció en 1967 por el mal de Huntington, el mismo que sufrió el cantante de Derribos Arias, Poch, y que lleva a la muerte tras un proceso degenerativo del sistema nervioso.

Woody Guthrie vivió las dos grandes guerras y muchos años de depresión y crisis. La bonanza de la época petrolífera y el hambre. Toda su vida fue un cúmulo de desgracias. Padre arruinado, madre con problemas mentales, su familia fue arruinándose poco a poco y perdió la casa varias veces. Incendios, muertes… Sobrevivir a base de ingenio y puñetazos y dormirse sin saber qué hacer para comer al día siguiente fue su constante. Pero tampoco es que hiciera nada por evitarlo. En sus memorias, Woody cuenta cómo viaja de polizón por todo el país para acudir a casa de su tía que le promete trabajo y bienestar. Al llegar y ver la mansión donde vive se siente atrapado, ése no es su sitio, necesita libertad, y vuelve corriendo a la vida en la carretera, mendigando comida y viajando en el techo de los vagones de tren como polizón con su inseparable guitarra.

No es necesario conocer la obra de este bardo americano para leer 'Rumbo a la gloria'. Ni que te interese la música siquiera. Eso es lo de menos. Woody Guthrie escribió sus memorias de la forma más amena e increíble: como un libro de aventuras. Adentrarse en las páginas de 'Rumbo a la gloria' es hacerlo en una novela tipo 'Tom Sawyer'. Niños descalzos jugando a pedrada limpia por medio del pueblo, tahúres, vividores y una América creciendo y fructiferando a base de la sangre de sus hijos.

Junto a la autobiografía de Woody Guthrie prologada por otro gran cantautor, Pete Seeger e ilustrada por dibujos del propio Guthrie, se incluye un cd editado por el Smithsonian Folkways Recordings con 11 canciones y las notas descriptivas de la edición original.