Rivero afirma que el Gobierno no será paralizado ni frenado, ni dará un solo paso atrás

Santa Cruz de Tenerife.-  El presidente canario, Paulino Rivero, reconoció hoy que su Gobierno "se ha encontrado solo en alguna batalla" pero advirtió de que no dará "ni un solo paso atrás" ni será "paralizado, frenado, aislado u obstaculizado por quienes no quieren contribuir a atender las necesidades de los ciudadanos".

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(EFE)

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, durante su intervención hoy en el pleno del Parlamento de Canarias donde se debate el Estado de la Nacionalidad Canaria.

En su respuesta a los grupos parlamentarios en la segunda jornada del debate sobre el estado de la nacionalidad canaria, Rivero señaló que su Ejecutivo es capaz de adoptar decisiones "firmes" y no rehuirá "ni una sola propuesta", pero tampoco retrocederá "ni un solo milímetro en las prioridades del Gobierno".

"Este es un Gobierno de todos y no tiene problemas con nadie para llegar a acuerdos", dijo su presidente, quien también animó a trabajar de forma comprometida "y de ahí la responsabilidad del Estado".

Para el presidente canario, con el Gobierno central hay que trabajar desde la lealtad institucional y el compromiso pero también desde la sensibilidad hacia los territorios con más dificultades.

Por ello se mostró seguro "ante la atención que me presta el grupo Socialista" de que llegará a acuerdos sobre asuntos que requieren "un compromiso serio" y animó a ser responsables "con mucho tacto" para ser justo con Canarias y "que tenga lo que le corresponda: sólo eso, ni mas ni menos".

Son muchas las necesidades que tiene Canarias, afirmó Rivero, pero el Gobierno tiene claro que hay cosas en las que no se puede perder ni un segundo, como la mejora educativa y un esfuerzo importante en innovación, investigación y desarrollo.

No obstante, preguntó si hay disposición política en la Cámara para llegar a acuerdos sobre este asunto "que no discute nadie: ni Obama ni el resto de líderes mundiales".

Al respecto, se mostró dispuesto a debatir las medidas que a su juicio debe adoptar el Gobierno central para abordar retos de futuro como la reforma del sistema educativo, de la formación profesional y la apuesta por las universidades.

Apostó además por una administración menos burocratizada y más ágil, aunque aseguró también que la gran reforma de la administración pública la debe abordar el Gobierno central "y la que toca a Canarias" la va a abordar su Ejecutivo "sin ningún tipo de complejos".

Aseguró que el Gobierno canario ha encontrado el apoyo de todos los sectores sociales y económicos, agradeció su esfuerzo "para que avancemos juntos" y reconoció que hay interlocutores sociales y económicos que no están de acuerdo con el Ejecutivo.

"Se puede discrepar", señaló Rivero, quien ve el problema "cuando uno se aisla y no participa: critica todo pero no aporta nada".

Respecto a las críticas por las medidas de tipo social, preguntó el presidente canario "¿qué valor tiene que 9.000 familias canarias se beneficien de ayudas para pagar la luz, el agua y el alquiler?" y se contestó "un valor inmenso, no tiene precio".

En su opinión, el Ejecutivo ha realizado un trabajo "riguroso, comprometido y leal con los compromisos adquiridos con los ciudadanos" y prueba de ello es la ley de medidas urgentes, una Ley de consenso con agentes de la que "sólo algunos desde el plano político se han autoaislado y amenazan con judicializarla para impedir que avance y produzca beneficios para agricultores, industriales y sector turístico".

En el impulso a esta norma el Gobierno va a ser coherente y firme, subrayó Rivero, quien advirtió de que las islas no pueden tirar por la borda su potencial turístico sino al contrario, hacerlo más competitivo.

Para ello insistió en reclamar la disminución de las tasas aeroportuarias entre Canarias y la Península y, en cuanto a la agricultura, dijo que el Gobierno "cree" en el sector primario y cada vez que tiene que negociar ayudas al vicepresidente, José Manuel Soria, "se le ponen los pelos de punta".