El número de indigentes se ha doblado en seis meses en Barcelona

Barcelona.-  El número de personas que duermen en la calle se ha doblado en seis meses en la ciudad de Barcelona, según ha datos facilitados por Raquel Sancho, coordinadora de la Comunidad de Sant Egidio, una entidad que trabaja con los indigentes de esta ciudad desde 1989.

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(EFE)

El número de personas que duermen en la calle se ha doblado en seis meses en la ciudad de Barcelona, según ha datos facilitados por Raquel Sancho, coordinadora de la Comunidad de Sant Egidio, una entidad que trabaja con los indigentes de esta ciudad desde 1989.

Esta asociación de católicos laicos dispone de un centenar de voluntarios que van en pequeños grupos a buscar a los sin techo en las estaciones o los lugares donde suelen pasar la noche y les ofrecen comida, bebidas calientes y mantas.

Según Sancho, estos voluntarios atendían unas 150 personas semanales hasta este verano, pero en los últimos meses el número ha ido aumentado hasta llegar a las 300 que atienden actualmente.

La crisis es la causa de este incremento, según ha considerado el responsable de la Comunidad de Sant Egidio, Jaume Castro, durante el acto de presentación de la guía para personas sin techo titulada "Donde comer, dormir y lavarse".

Raquel Sancho ha corroborado que la crisis está afectando especialmente a los más vulnerables y ha añadido que el perfil de las personas que viven en la calle ha cambiado.

"Los indigentes ya no son los vagabundos de siempre, sino que en muchas ocasiones son personas que hasta hace poco vivían dentro de los parámetros considerados normales", según Sancho.

Perder el trabajo, contraer una enfermedad, vivir una separación conyugal o sufrir un desahucio pueden llevar a una persona a quedarse en la calle.

Los más vulnerables son las personas mayores que viven solas y disponen de rentas muy bajas, las madres o padres que viven solos con sus hijos y los inmigrantes, según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística).

Los voluntarios de la Comunidad de Sant Egidio comprueban cada día la veracidad de estos datos y pueden poner cara y nombre a la miseria.

Así por ejemplo, una de las personas que atienden es V.S., una anciana de 73 años que cobra una pensión de viudedad que apenas le llega para pagar el alquiler de su piso en el barrio del Raval.

Para hacer frente a los gastos adicionales, suele ir a los mercados donde recoge frutas y verduras estropeadas que los comerciantes le regalan o le dejan a buen precio.

La vida en su barrio es cada vez más cara y ella tiene problemas para salir de casa porque sufre artrosis y cataratas, por lo que "pronto perderá la casa", según vaticina Raquel Sancho.

C. tiene 45 años y vive en la calle desde que hace unos meses quebró la empresa de construcción en la que trabajaba y no cobró el dinero que le debían.

S. es argelino, tiene 30 años y trabajaba montando escenarios hasta que perdió la visión por culpa de un herpes. Ahora vive en la calle.

"Hay que tomar medidas para que la situación de estas personas no se deteriore, porque cuanto más tiempo pasen en la calle más difícil les resultará encontrar trabajo y volver a normalizar su situación", ha dicho Sancho.

En este sentido, Raquel Sancho ha denunciado que los recursos que ofrece la sociedad a las personas sin techo son "insuficientes".

Según la guía que hoy se ha presentado, en Barcelona se reparten cada día entre 773 y 1.274 raciones de comida, se ofrecen 740 camas y hay diez lugares donde se duchan 137 personas cada día, una cifra que llega a 202 duchas en invierno gracias al incremento de servicios para indigentes en la época más fría.

El segundo tiente de alcalde del Ayuntamiento Barcelona, Ricard Gomà, ha reconocido hoy que "hay que redoblar los esfuerzos" y ha hecho una "llamada a las administraciones con más recursos" para que el peso no recaiga sólo en los ayuntamientos.